Un paso más

Un paso más

El Rayo B supera en la ida de la final del play-off de ascenso al combativo CD Varea y su difícil terreno, y con doblete de Étienne, llega con ventaja a la vuelta en Vallecas (1-2).

Se suele decir que las finales no se juegan, se ganan. Y las que son a doble partido deben empezar a ganarse ya en la ida. Así sucedió en tierras riojanas. El Rayo B sacó ventaja de un partido complicado, en un terreno farragoso y ante un rival que jugó bien sus cartas, pero finalmente logró vencer al CD Varea y dar un paso más hacia el ascenso.

En la calurosa madrugada madrileña se emprendió el viaje hacia las afueras de Logroño, donde se alzaba el Campo Municipal Ángel Aguado, sobre cuyo pesado y alto césped natural y bajo un clima nuboso y fresco que contrastaba con el calor de sus gradas, se viviría el primer acto de la Final Nacional del Play-off de Ascenso a Segunda Federación. El gran objetivo que persigue el Filial de la Franja de Jorge Vallejo, que se plantaba en la cita tras ser subcampeón del Grupo 7 de Tercera Federación y superar a Galapagar y Torrejón en el play-off regional. Su rival y último escollo sería el conjunto que iba a ser local en este encuentro de ida, el CD Varea, que bajo el mando de Adrián Gallego terminó 3º en el Grupo 16 y se ganó ser el candidato de La Rioja a ascender tras eliminar a La Calzada primero y Oyonesa después.

Arrancaba el encuentro con el equipo de casa dispuesto a demostrar por qué estaba aquí. Con un arranque impetuoso sustentado en la presión alta, logró tener atenazado en el inicio al Rayo B, al que le costaba mucho salir con fluidez de su área, y en sus intentos por jugar bajo el césped le jugaba malas pasadas que provocaban ocasiones locales. En las mentadas y en el balón parado, el Varea ponía cerco a la portería rayista, pero ahí se haría grande la figura de Adrián Molina, el portero que tomaba la alternativa por la suspensión por amarillas de Juanpe. Sería en la réplica de su mejor intervención, cuando voló para meter la mano y desviar un certero disparo para que el poste lo terminase repeliendo, cuando se abriría la lata en favor de los de Vallecas.

Corría el minuto 25. Con el palo aun temblando de la ocasión local, arrancaba Baladía la contra por la derecha. El repliegue de los de blanco y franja rojinegra le hizo frenarse a la altura del pico del área y buscar moverla hacia el otro lado. En el costado izquierdo combinarían Becerra y Robles para que éste metiera el centro a la frontal, tocaría Étienne dentro del área con Ybarra, quien con el control y el amague de tiro se llevó puesta a la defensa, la devolvió para un Étienne totalmente solo en el centro de la frontal que no tuvo más que controlar y definir ajustado al palo derecho del meta Pinillos. Lo que por poco no fue el 1-0 acto seguido acabó siendo el 0-1. Un gol más del «Pichichi» del Filial, que se fundía en abrazos con sus compañeros y servía para dar el primer paso de una larga eliminatoria.

Ya fuera por inesperado o por duro, el caso es que el gol encajado trastocó los planes del Varea e hizo venirse arriba a un Rayo B que creció con la ventaja en el marcador y se hizo dominador en el tramo final de la primera parte. Disfrutaban los rayistas de más control de balón y más llegadas con peligro, aunque no muchas terminaban de ser rematadas. A destacar un disparo alto de Becerra tras una gran combinación de Robles e Ybarra en banda izquierda. Según se acercaba el descanso, seguía el dominio visitante, y el cuadro local no parecía capaz de romperlo sin recurrir a la fuerza. Ya entrados en el añadido, una fea entrada rasante de Tamayo se llevó por delante el tobillo de Marco De las Sias. El lateral trató de aguantar el minuto que quedaba hasta el descanso, pero era evidente que no podía continuar. La inflamación del tobillo era enorme y Marco acabó siendo llevado a vestuarios entre dos miembros del staff técnico. Con esa mala noticia acababa un primer tiempo del que el Rayo B se iba con un marcador favorable.

Aun en shock por la lesión de Marco, que era sustituido en el descanso por Iván Alonso, arrancaba la segunda mitad, y lo hacía parecida a la primera, con el Varea más metido en campo rival, tratando de bombardear el área de un Rayo B que se volvía a ver algo apagado y que tenía que esforzarse para mantener su mínima ventaja. Viendo que el barco podía empezar a hacer aguas, Jorge Vallejo decidió reestructurar al equipo con un triple cambio. Entrarían Guzmán, César y Sergio Alonso por Lozano (que acababa de ver tarjeta), Robles (con molestias) y Becerra. Se pasaría a defensa de 5, con Iván Alonso y Baladía como carrileros e Ybarra más metido por dentro. El experimento estuvo a punto de fallar al instante de empezar. En su primera acción del partido, César erró en el intento de despeje y derribó a un atacante local dentro del área. No dudo el colegiado cántabro en señalar el penalti que el ariete local Ubis transformaría, de tiro a lo Panenka ajustado al larguero, en el 1-1 en el minuto 65.

El tanto de la igualdad hizo venirse arriba al cuadro riojano, que llevaba sin conocer la derrota desde el mes de marzo, y quería que siguiera siendo así en el partido más importante de la temporada. Se tambaleaba algo el Rayo B, que trataba de adaptarse a su nuevo esquema y a capear el nuevo contexto de partido. Seguía llevando la iniciativa el conjunto local, pero los de la Franja resistieron, y cuando encontraron el hueco, golpearon. Pasado el minuto 75, arrancaba el cuadro visitante desde su propio campo. Conducía Ybarra por el círculo central, sin aparente peligro, pero al levantar la cabeza metió el balón en profundidad a la frontal, buscando a un Étienne que trataba de ganar la espalda a los centrales, y lo hizo con un toque de espuela que le permitió plantarse frente a Pinillos y batirle en el mano a mano. Cuando peor pintaban las cosas, volvió a estallar el éxtasis rayista. Alcanzaba Étienne los 30 goles en la campaña y volvía a poner por delante a un Rayo B que se sentía un paso más cerca de la victoria.

De nuevo el gol dio alas al cuadro vallecano, que mejoró con balón y buscó ampliar su ventaja en el tramo final, y más cuando la lesión de Barcina cuando al Varea no le quedaban más ventanas de cambios obligó a la escuadra riojana a jugar con 10 el tramo final del partido. Sin embargo, en los 6 minutos de descuento, lo que casi llega nuevamente fue el empate. El balón parado como principal arma local, una falta lateral puesta y cabeceada casi en el área pequeña, y cuando parecía que la pelota se colaba irremediablemente, apareció Adrián Molina para quedarse con ella y salvar la ventaja rayista, que ya no se vería amenazada hasta que el Señor García Rubio dio por finalizado el pleito.

Victoria por la mínima, alegría comedida sabiendo que se podía haber hecho más y mejor, pero lo que contaba es que se ganó la primera de las dos finales. El Rayo B salió de Varea con una victoria que le deja un paso más cerca de lo que muchos dentro y fuera veían como una utopía a principio de curso: ascender a Segunda Federación. El equipo de Jorge Vallejo, en otro gran esfuerzo colectivo, logró llevarse el primer acto de la final, regresando en el Cevesa con ventaja de 1-2 y sabiendo que quedan 90 minutos para rematar la faena. Este domingo 22 de junio, a las 10:00, en la «City», el Filial de la Franja buscará ante su afición dar el último y definitivo paso.

Texto de Jorge Morales García. Imagen de Carlos Villar.