Carrusel de emociones

18/11/2018
Carrusel de emociones

Victoria del Rayo Femenino en un partido que comenzó perdiendo y que remontó con tantos de Oriana y Ángeles. Gran día de rayismo el que se vivió ayer en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano

Siempre he defendido que las crónicas de los partidos hay que escribirlas cuanto antes mejor para que le pueda llegar al lector con cierta inmediatez, de lo contrario se puede perder el interés en la misma. En el caso del partido disputado por el Rayo Femenino ayer, me siento a escribirla casi 24 horas después mandando al carajo esa inmediatez. Podría haberlo hecho antes, pero ayer me apetecía llegar a casa y editar las fotos que hice de la celebración de una victoria de las que dejan poso y hay que degustar con cierta pausa, como si de un buen café de cierta cadena de cafeterías se tratara. Ese café que si pides con una pieza de bollería te sale, poco más o menos, por el mismo precio que dar la entrada de un piso.

El de ayer fue un partido de los que dejan huella en el aficionado franjirrojo, especialmente entre los que son menos habituales en los partidos de nuestras guerreras franjirrojas, que pudieron asistir a toda una demostración de casta, orgullo y pundonor rayista. Espero que el partido ante la Real Sociedad sea un punto de inflexión entre la hinchada rayista y a partir de ahora se den cita cada fin de semana cientos de aficionados, juegue o no juegue el primer equipo masculino. El jueves próximo sería buen momento de demostrarlo, acudiendo al Cerro del Espino a presenciar el partido que disputa el Rayo ante el líder, el Atlético de Madrid. No hace falta recordar que ya fuimos capaces de asaltar Wanda City el año pasado y quién sabe si no se repetirá la historia.

La gran novedad en el equipo franjirrojo, no tanto en el once inicial como sí en el dibujo táctico, fue la inclusión de Carla Guerrero en la medular acompañando a Pilar García. Todo un acierto el de Irene Ferreras viendo el rendimiento que dio «la jefa de la Roja» en el que, sin lugar a dudas, ha sido su mejor partido con la camiseta del Rayo Vallecano. Su compañera de selección, Camila, iba a ocupar su puesto en el centro de la defensa dejando a Sheila el puesto de carrilera zurda, un puesto en el que tal vez no brilla tanto como cuando juega más arriba, pero en el que no desentonó para no ser su posición habitual.

El partido comenzó frío en todos los aspectos, desde la grada a la que iban llegando los aficionados con cuenta gotas, hasta el terreno de juego en el que la Real Sociedad tomaba el mando de las operaciones desde el pitido inicial. Pronto se adelantaría en el marcador el equipo de Gonzalo Arconada, gracias a un gol de cabeza de Maddi tras un saque de esquina que concedió Ali previa mano salvadora. Un mazazo que llegaba en los primeros 10 minutos de juego, con un gol en el que la jugadora donostiarra remata de cabeza sola y a placer prácticamente al borde del área pequeña.

Nada más sacar de centro el Rayo Vallecano quiso dar la réplica al gol encajado y Silvia Pérez estrellaba un balón en el travesaño visitante. Había que darle la vuelta al marcador y el equipo lo sabía, fruto de ello llegaría una nueva ocasión pocos minutos después esta vez en las botas de Naima que veía como su disparo se marchaba al lateral de la red por muy poco, por tan poco que alguna jugadora como Pilar levantó los brazos pensando que había acabado ese balón en el fondo de las mallas.

Tras este arreón rayista, la Real Sociedad se hizo con el control de nuevo y buscaba dar la puntilla a las nuestras con balones a la peligrosísima Nahikari y a Cardona, pero principalmente con lanzamientos desde el borde del área. Las txuri urdin llegaban con cierta facilidad hasta la frontal del área y probaban fortuna sin que la defensa rayista fuera capaz de taponar estos disparos lejanos. Manu probaría fortuna con un disparo ajustado que se iba a estrellar en el palo derecho de la portería de Alicia, sería el segundo disparo a la madera de los tres que hubo en el partido.

Con el susto en el cuerpo y con cosas a mejorar se iban las nuestras al tiempo del descanso de un partido que veía como las gradas de la Ciudad Deportiva habían ganado en colorido y animación a medida que pasaban los minutos. Lo que sucedió en esos 15 minutos de pausa lo desconozco, no sé si Irene corrigió algo a nivel táctico, si animó a las suyas para que creyeran en la remontada o simplemente dejó que las chicas tomaran aliento, pero que algo iba a suceder en la segunda parte se palpaba en el ambiente y vaya si sucedió.

En los segundos 45 minutos, el carrusel giró y asistimos a la mejor versión del Rayo Femenino, reconociendo a ese equipo que todos conocemos, ese que busca la victoria siempre independientemente del rival que tenga enfrente, ese que aprieta con rabia los puños y pelea cada balón poniendo el alma y el corazón en cada acción del juego.

A los 10 minutos de la reanudación, Naima iba a botar una falta lateral desde el costado izquierdo y tras varios rechaces Pilar disparaba a puerta impactando el balón en el brazo de Nuria Mendoza, señalando la colegiada el punto de penalti. El lanzamiento desde los 11 metros lo iba a ejecutar la pichichi rayista, Oriana, con un lanzamiento ajustado al palo que intuyó Mariasun Quiñones pero al cual no pudo llegar.

El empate terminó de conectar al equipo con la grada y se preveía una segunda mitad de cara para las nuestras, gran culpa de esto al tuvieron el eje del centro del campo formado por Carla, Pilar y Naima. Si bueno fue el partido de Carla, qué decir de los 90 minutos de Pilar (¡Qué bueno que volviste, Pili!) en los que se hizo gigante en la parcela ancha del campo a medida que pasaban los minutos, con Naima jugando por delante de ambas con libertad de movimientos siendo un incordio para el equipo rival. La zaragozana se mueve como pez en el agua jugando entre líneas, demostrando ayer que tiene una zurda exquisita que nos dará muchas alegrías a los aficionados franjirrojos.

Debo reconocer que, como buen aficionado/entrenador sin título oficial, en ocasiones no estoy de acuerdo con los cambios que ha realizado Irene (me pasa igual con Míchel o Luis Cembranos, pero siempre con absoluto respeto), pero no me duele en prendas reconocer que ayer el partido se empieza a ganar desde el banquillo, dando entrada, en primer lugar, a Raquel Carreño que aportó músculo en la defensa y se dejó ver en ataque por su habitual costado derecho. Si con Carre el equipo mejoró en el aspecto defensivo, la entrada de nuestras dos purasangres franjirrojas, Iris y Ángeles, dotó al ataque rayista de esa chispa necesaria en los minutos finales.

El partido se había convertido en un toma y daca en el que cualquiera de los dos equipos podía decantar la balanza de su lado, con llegadas peligrosas de las donostiarras y la correspondiente respuesta de las nuestras. Precisamente sería en una jugada en la que participaron las tres jugadoras que salieron en la segunda mitad, en la que iba a llegar el gol de la victoria del Rayo Vallecano. De las botas de Raquel Carreño iba a nacer el arranque de un nuevo ataque franjirrojo que tras una combinación con Iris y el posterior centro lateral de Auñón iba a llegar a las botas de nuestra experta en los minutos de la taquicardia, Ángeles, que con un recorte iba a deshacerse de la defensora txuri urdin y con un fuerte disparo abajo batía a Mariasun en el minuto 85.

Un gol que es el premio al trabajo semanal de jugadoras menos habituales en las alineaciones del Rayo, pero cuyo compromiso a lo largo de la semana es brutal y que no pone nada fácil a Irene la confección del once inicial cada jornada. Jugadoras que jueguen cinco, diez o veinte minutos dan el mil por cien de ellas al servicio de la camiseta y el escudo que defienden.

Con el gol de Ángeles llegó el éxtasis a las gradas y tocaba ver si los minutos finales iban a ser de sufrimiento total y achique de balones a cargo de la defensa rayista, pero fue todo lo contrario y sería el Rayo el que acabaría el partido volcado en el área donostiarra, estrellando Naima un balón en la madera incluso.

Con el pitido final por parte de la colegiada llegó el fin de fiesta, vida pirata incluida, en un partido que comenzó frío y acabó con celebración de equipo y afición en el césped de la Ciudad Deportiva. Todo un carrusel de emociones y sensaciones el que vivimos ayer en la City. La próxima cita con nuestras guerreras en casa será el próximo domingo, pero esta vez no será partido liguero sino de Copa de la Reina ante un viejo conocido, el Sporting de Huelva. Ojalá volvamos a disfrutar del colorido que vimos ayer, enhorabuena a todos los que lo hicieron posible.

Alberto Leva