El Rayo Femenino pasa por una situación bastante delicada.
Aviso de antemano que, como todo artículo de opinión, estas líneas expresan mi punto de vista y por lo tanto no tiene porqué estar de acuerdo el personal con lo que aquí voy a exponer. También quiero dejar claro que en ningún momento van a encontrar mi una sola mención a la parcela deportiva.
El Rayo Femenino está esta temporada tocado y herido, algunos dirán que no es ninguna novedad y que están como siempre y, no, la herida es bastante más profunda que en años precedentes. La sección está avocada a la desaparición sin ninguna remisión y si la dinámica sigue por esta senda, se producirá más pronto que tarde. Son tantos los motivos, que trataré de la enumerarlos sin dejarme ninguno en el tintero, pero el título de este artículo lo resume bastante bien y es que el equipo está más solo que nunca.
Soy consciente de que, posiblemente, este texto no guste a mucha gente y cuento con ello, pero es mi sentir y quería compartirlo. Este banco tiene muchas patas y trataré de ir una por una diseccionándolas.
No hace mucha falta explicar que Raúl Martín Presa no quiere a este equipo e incluso le resulta bastante molesto y sería más feliz que Peppa Pig en un charco de barro si pudiera quitárselo del medio. ¿Por qué no lo hace? Por temor a la reacción en masa de una afición enfurecida, que a la hora de la verdad no hace mayor seguimiento al equipo que el de redes sociales o el periódico de turno. Él es consciente de lo tremendamente impopular que sería tomar una decisión así. ¿Solución o plan B? Debilitar al equipo, dejarle con los recursos a la mínima expresión, siempre bajo el escudo protector de un sinfín de excusas -es más fácil que se nos agote antes la paciencia a nosotros, que las excusas a él-.
Esta es una táctica que lleva años practicándola y siendo en vano gracias al amor propio y los arrestos de nuestras jugadoras. Pero esta temporada le ha dado una vuelta de rosca y ha decidido que no va a pagar los alquileres de los pisos de las futbolistas de fuera de Madrid. Hasta ahora, jamás había llegado tan lejos en sus impopulares medidas y ya no hablamos de ganar más o menos dinero, de no disponer de gimnasio o entrenar de noche, sino de la posibilidad de verse en la calle más de una decena de personas a las que se les ofreció esas condiciones cuando el Rayo contactó con ellas. El hecho de no tener fisio el equipo es otra muestra de irresponsabilidad por su parte y parece que entre poco y nada le importa la integridad física no de sus jugadoras, sino de sus trabajadoras (no olvidemos que el Rayo Vallecano es una empresa y las futbolistas sus empleadas).
Analizada la cuota de culpa del presidente y viendo que, como en el caso de sus acciones del club, el porcentaje rondaría el 97%, continúo para bingo. Si hablamos de los escasísimos trabajadores de oficinas, entre supervivientes y vividores, tampoco hallo un salvavidas al que amarrarse el equipo. Bajo la tan manida frase de «el presidente no nos deja hacer nada» o «ya sabes cómo es este», nadie va a dar un paso adelante en favor de nuestras guerreras. El equipo lleva dos partidos disputados en casa y en ambos ha habido público en las gradas del campo 4 de la Ciudad Deportiva. Si alguien es capaz de encontrar una sola mención a cómo, cuando y a cuánto se pueden adquirir las entradas, que vaya rápidamente a echar un Euromillones, porque hoy es su día de suerte.
Si entras en la página web del Rayo, el partido ni aparece en la agenda semanal. Es más sencillo que conozcas a Camilo y Casillas o que te des de alta en Digi -por dios, ni se os ocurra- que tener noticias sobre el próximo Rayo Femenino – Real Sociedad.
Sin embargo, desde la cuenta del Rayo Femenino se anima a los rayistas a estar en la grada el día del partido.
Por último y tras haber visto comunicados en los que se pedían entradas baratas para ir al estadio o para que el presidente saque los abonos, llamamientos para no acudir el día del Getafe o recibimiento al primer equipo ante el Cádiz, he echado bastante de menos que también hubiese algún tipo de movimiento a la hora de pedir a la gente que el domingo vaya al fútbol a animar a nuestras guerreras, precisamente aprovechando que tenemos al mediático Falcao con su selección. También es cierto que el llamamiento es muy posible que hubiese caído en saco roto y hay precedentes ya de esto. Poner un tuit condescendiente por el trato tan denigrante que sufren nuestras «chicas» no cuesta trabajo, y el hecho de ir a apoyarlas de verdad es mucho más jodido. Hay que recordar que con una masa social de 10.000 abonados, no llegó a dos centenares de abonados al Rayo Femenino. Presa no está a la altura de la grandeza de este equipo, pero tampoco lo está la afición.
Hace dos días, Paula Andújar puso un tuit que acumula algo más de 100 me gustas, pero solo seis respuestas y todas ellas de «habituales» del Rayo Femenino. Este tuit es un fiel reflejo del binomio afición-Rayo Femenino, a mucha gente le gusta pero muy poca responde.
Por eso, una temporada más, serán las futbolistas y el cuerpo técnico los que tendrán que sacar esto adelante y solo lo conseguirán si se mantienen unidos ante las adversidades. Hasta el mes de final de temporada les espera una travesía llena de tempestades, pero de su esfuerzo y su fuerza mental dependerá que el Santa Inés pueda navegar el año que viene por los mares de la Primera División.
