Crónica Real Sociedad 0 – Rayo Vallecano 1

17/01/2015
Crónica Real Sociedad 0 – Rayo Vallecano 1

Un gol de Manucho hunde a una floja Real Sociedad en Anoeta.

Vallecas es un imán para ciertos jugadores pintorescos venidos de cualquier punto imaginable del planeta. He escrito pintorescos, pero podría haber sido ‘excéntricos’, ‘rarunos’ e incluso ‘cómicos’. Me vienen a la cabeza nombres como Quinzinho, Sueliton Pereira o, más recientemente, Nicki Bille, el ‘Pistolero’ guiri que se quedó en ‘Gatillazo’. El último en unirse a este selecto Club de la Comedia ha sido Manucho, un entrañable angoleño que llegó este verano al Rayo tras lograr una impresionante media anotadora de tres tantos por temporada desde que aterrizara a Europa un buen día de 2007, convencido de que iba a marcar “treinta goles” con el Manchester United. Ayer, en menos de una hora, este buscavidas del fútbol fue capaz de protagonizar una pifia de las que dejan a Cardeñosa a la altura de Pelé para después anotar un golazo de cabeza a la salida de un córner, una suerte futbolística que en el caso del Rayo solo se da en días impares de años bisiestos y como consecuencia de complicadas alineaciones planetarias.

Manucho se merecía el gol en San Sebastián, porque de algún modo el destino tiene que compensar semejante derroche de carisma. Un tipo que hace rugir al Estadio de Vallecas a sabiendas de que no va a cumplir lo prometido salvo milagro se merece tardes de gloria como la de ayer. En honor a la verdad, casi nadie daba un duro porque el Rayo saliera vivo de Anoeta después del esperpento frente al Córdoba. Paco Jémez sí, y para lograrlo decidió volver a la defensa de cuatro -el tándem formado por Vela y Aguirretxe sí es de los que imponen respeto- y sentar a Álex Moreno y Jozabed, este último gris el pasado lunes pero no más que Trashorras, su socio en la creación el día de autos. El regreso de Zé Castro, imperial durante los noventa minutos, fue fundamental para poder atenazar a un rival que abusó en exceso del pelotazo y el juego aéreo. Las cosas de David Moyes.

Manucho se merecía el gol en San Sebastián, porque de algún modo el destino tiene que compensar semejante derroche de carisma.

No hubo aristas en el planteamiento del cordobés que, evidentemente, no repitió el experimento con Licá. Por su bien y por el del jugador, objeto de las iras de mucho comepipas por naufragar ante el Córdoba en un mar que no era el suyo. El sentido común de Jémez se impuso también en los cambios durante el partido. En el primero, muy importante, decidió sentar a Tito porque Canales lo estaba volviendo loco. Y el ex madridista es un magnífico jugador, pero no un prodigio de velocidad y desborde por banda. La salida de Quini, muy en forma últimamente, puso fin a la zozobra franjirroja. Aquino, muy gris durante la hora exacta que jugó, dejó su puesto a un Álex Moreno mucho más participativo y eléctrico. El último en entrar fue Jozabed, sustituto de un invisible Alberto Bueno. El madrileño lleva inédito demasiados partidos y necesita mojar urgentemente para salir del agujero negro en el que se encuentra.

Enfrente, la Real Sociedad, un equipo que, a priori, no parece haber acertado al intentar emular el fichaje de John Benjamin Toshack hace más de un cuarto de siglo (¡cómo pasa el tiempo!). Aguirretxe fue el único capaz de interrumpir los bostezos del respetable durante la primera parte, y ni siquiera le puso mucho énfasis. Granero fue baenizado  desde el minuto uno, Vela no tuvo el día y el jugón Xabi Prieto tampoco pudo celebrar sus 400 partidos en Primera. El Rayo Vallecano ganó holgadamente la batalla en el centro del campo, con un Trashorras ejerciendo de perro viejo y durmiendo el encuentro con inteligencia. Así es como se ganan los partidos, nadie va a inventar nada nuevo a estas alturas.

El manuchazo final no sólo hizo justicia a lo visto en el césped de Anoeta, sino que también puede servir para que el papelón del próximo sábado no lo sea tanto. ¿Puede el Rayo Vallecano dar un susto al Atleti en el Calderón? Difícilmente. Pero lo malo de pifiarla en casa ante equipos como el Córdoba, el Eibar (con perdón) o el Elche es que te obliga a batirte el cobre en las plazas más duras. Y eso, de momento, no se le ha dado mal a los hombres de Jémez.

Álex Calvo

Alineaciones: Rayo Vallecano: Toño, Tito (Quini 46’), Abdoulaye, Zé Castro, Insúa, Aquino (Álex Moreno 60’), Baena, Trashorras, Kakuta, Alberto Bueno (Jozabed 78’) y Manucho.

Real Sociedad: Rulli, Ansotegi, Íñigo Martínez, De la Bella, Aritz Elustondo (Chory Castro 78’), Canales, Xabi Prieto, Markel (Rubén Pardo 63’), Granero (Finnbogasson 84’), Vela y Agirretxe

Goles: 0-1, 81′: Manucho.

Tarjetas: El colegiado amonestó con tarjeta amarilla a Manucho (65′), Trashorras (74′), Quini (77′) y Abdoulaye (87′).

Estadio: Anoeta.

Árbitro: Melero López.

Asistencia: 21582.

18 de Comentariosen este Artículo

  1. La pifia deja a Pelé a la altura de Cardeñosa y no al revés

  1. […] Crónica Real Sociedad 0 – Rayo Vallecano 1 […]

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