El Valencia sólo necesitó 35 minutos para hundir a un Rayo desastroso en defensa.
Mi padre me solía contar que cuando jugaba al fútbol de pequeño en las calles del Madrid castizo de los años cuarenta, si uno de los dos equipos concedía tres córners se le penalizaba con un gol en contra. Si se le aplicara esta norma al Rayo Vallecano, seguramente no variaría mucho su media de goles encajados en saques de esquina durante los últimos años, un mal crónico que no es propio de un equipo serio y que Paco Jémez nunca ha sabido resolver. Se acababa de llegar a la media hora de partido y Feghouli, que pocas veces logró tanto haciendo tan poco, recibía el segundo regalo de la tarde en Mestalla.
El primero había llegado en el minuto 13. Mal fario. No había salido mal el Rayo, firme en defensa y plantando batalla en el centro del campo, con Jozabed tocando rápido y Baena atando en corto al talentoso Rodrigo De Paul. Entonces, un centro diagonal de Barragán desde la derecha aterrizaba en la cabeza del argelino, totalmente libre de la marca de un Morcillo que sigue sin adaptarse a la velocidad que exige la tercera o cuarta mejor liga del mundo. Otra vez, y ya van muchas últimamente, el carácter autodestructivo del equipo franjirrojo volvía a echar por tierra el trabajo de toda una semana de preparación.
Kakuta, aburrido en su exilio en la banda izquierda, rondaba la mediapunta para asociarse con un Leo Baptistao voluntarioso aunque un tanto errático. El brasileño no supo sacar partido de la verbena que le montó al filo de la media hora Diego Alves, que hasta ese momento se había limitado a desviar con la mirada un ajustado disparo de Alberto Bueno. Poco después, la defensa rayista le hizo a Piatti un pasillo de 40 metros, ancho, bien iluminado y para entrar a vivir. El ex pupilo de Simeone en el Estudiantes de La Plata campeón del Apertura 2006 no perdonó. El partido se había acabado antes del descanso.
Con un poco de suerte, el Rayo Vallecano sólo recordará este triste partido por el debut del juvenil Pablo Clavería, un mediocentro peleón, disciplinado y no exento de técnica que si tiene suerte y juega bien sus cartas, puede llegar a ser dentro de unos años el cinco titular del equipo franjirrojo. De hecho, quién sabe si el martes, también en Mestalla, el chaval vuelve a tener otra oportunidad para poner su grano de arena en la más que improbable -que no imposible- remontada copera.
Álex Calvo
(Foto: EFE)
Alineaciones: Valencia C.F.: Alves, Mustafi, Otamendi, Barragán, Gayá, Javi Fuego, De Paul (Filipe 73′), Feghouli (Rodrigo 77′), André Gomes, Piatti (Orban 82′) y Negredo.
Rayo Vallecano: Cristian, Tito, Insúa, Amaya (Manucho 59′), Morcillo, Baena (Clavería 81′), Jozabed, Aquino (Licá 65′), Kakuta, A. Bueno y Leo Baptistao.
Goles: 1-0 Feghouli (12′); 2-0 Feghouli (33’); 3-0 Piatti (‘35).
Tarjetas: El colegiado amonestó con tarjeta amarilla a André Gomes (8′), Morcillo (31′), Bueno (43′), Javi Fuego (53′), Insúa (64′), Negredo (73′), Filipe (75′); y con tarjeta roja a André Gomes (70′).
Estadio: Estadio de Mestalla.
Árbitro: Teixiera Vitienes.
Asistencia: 35.000.
