Derrota por 3-1 del Rayo Vallecano ante un UD Almería que aprovechó los fallos del conjunto de Iraola para tomar oxígeno en la clasificación
Día duro para el rayismo después de observar y sentir que la presentación rayista en Almería no fue la deseada por ninguno de los que nos ilusionamos y vibramos con este Rayito.
Llegaba el Rayo con la amenaza de Iraola de hacer rotaciones ante el calendario exigente que viene, y al de Usúrbil no le tembló el pulso y dejó fuera del once a unos por razones médicas y a otros por argumentos futbolísticos. Se la jugó, otros dirían que le dio un ataque de entrenador, y de un plumazo cambio las dos piezas del centro del campo (Óscar y Santi) con las que este Rayo alcanza su culmen futbolístico, un Álvaro tocado se quedó en Madrid e Iraola dio el relevo al arquero suplente para ver si mejoraba las dos actuaciones anteriores del portero titular.
Este cronista no tiene ni conocimientos ni experiencia para entrar a valorar si hizo o no lo correcto, pero los hechos demostraron que el objetivo trazado en su cabeza no fue el soñado. Aun así, cero dudas con el míster, Andoni tiene nuestro cariño y nuestro reconocimiento por lo hecho atrás y por lo que hará en el futuro.
El partido comenzó y acabó marcado por un error de Diego López, donde en un exceso de confianza y usando su pierna menos buena, le entregó un balón en forma de dulce de navidad para que el equipo indálico se adelantará en el marcador y marcará a fuego un partido donde el Rayo y su idea de manejar un partido en la primera parte brilló por su ausencia.
El Rayo perdió toda confianza, ni los titulares ni los que sorprendían en el once rayista dejaron al Almería que sus jugadores se creyeran más de lo que eran y fuimos barridos de la octava jornada de la presente temporada sin dejar muestras de nuestro sentimiento de coraje, valor y nobleza.
La segunda parte pasó sin pena ni gloria, un equipo se dejaba dominar por el resultado y el Rayo mejoraba sin que lleguemos a saber nunca si fue por mérito nuestro o deméritos suyos, Santi tomó el mando y Bebé agitaba la coctelera vallecana dando muestras de su peculiar estilo de juego, todo o nada.
Catena logró maquillar el resultado y logró el gol del honor, acabando el Rayo el partido en área andaluza, tendiendo bastante llegada, y finalizando con un larguerazo del díscolo Bebe, pero ni así estuvimos cerca de hacer temblar los corazones almerienses.
NI la semana pasada éramos el City de Guardiola ni esta somos un grupo de amigos de juegos municipales. Una semana marcada por la renovación de uno de los mejores jugadores de la historia de la Franja no puede ser teñida de mala, sino de ilusionante para un futuro que llega y que está marcado por una nueva cita en el coliseo rayista en cinco días y ante un rival más que apetecible. 10 puntos nos mantienen en una posición privilegiada y solo queda pensar en el Vallekas de las grandes citas y en tres palabras: GETAFE, GETAFE y GETAFE.
Texto: Paco García
Imagen: EFE
