El Rayo Vallecano ha caído por la mínima en su visita al Real Mallorca en la sobremesa de hoy.
En un horario más propio del aperitivo y las cañitas jugaban Real Mallorca y Rayo Vallecano con un puesto europeo en juego. El que ganase se aupaba a la sexta posición y reafirmaba el buen inicio liguero. Bastó apenas minuto y medio para poder vislumbrar que había un equipo que había salido a por el partido y otro equipo que se había quedado en las salas de llegadas del aeropuerto de Palma. Si el Rayo Vallecano no se ha venido con una derrota aun más amplia ha sido por la falta de puntería del Mallorca y por las acciones salvadoras de Augusto Batalla. El guardameta argentino estuvo a punto de lograr un punto, que hubiese resultado bastante injusto, para su equipo en la tarde de hoy.
Desde septiembre de 2020, fecha en la que el Rayo Vallecano venció al Mallorca a domicilio (gol de Isi en el minuto 49), son ya cuatro visitas consecutivas en las que el conjunto vallecano naufraga en tierras baleares. Y lo peor de todo no son las derrotas, sino la pobre imagen que ha ofrecido en esta serie de partidos. Hoy no se ha visto esa presión alta que Íñigo Pérez pide a los suyos, no se ha visto esa seguridad defensiva de otras jornadas y ni siquiera ha habido destellos de calidad individual de los Álvaro, De Frutos, Camello, etc. Este último ha sido el único que se ha atrevido a disparar a puerta, pero con el mismo éxito que su Presidente firmando unilateralmente futbolistas. Mientras, el Mallorca estaba cómodo en su papel dominador, algo que ha cambiado con Arrasate con respecto a temporadas anteriores con Aguirre en el banquillo. Muriqi ganando todos los duelos, Maffeo subiendo la banda con suma facilidad y Morlanes junto a Darder superando a Gumbau y Unai, una dupla que no termina de carburar junta.
Íñigo trató de mover sus fichas, pero en el tablero de Son Moix hoy los rayistas eran simples peones que se movían a una velocidad muy inferior a los alfiles, torres y Muriqi, el rey de este Mallorca. Dio salida a Ciss y a Sergi Guardiola, en primera instancia y posteriormente a Óscar Valentín y James, con la intención de intentar tener algo más de mordiente y presencia en la parcela ofensiva, además de pretender controlar un centro del campo perdido desde el pitido inicial. Pero los que entraron no fueron capaces de cambiar el rumbo del partido y todo siguió por los mismos derroteros, con un Mallorca creando situaciones de peligro y Batalla achicando agua como buenamente podía.
La resistencia del cancerbero bonaerense tocó a su fin a 15 minutos del final del partido. En un saque de esquina botado desde el costado izquierdo del ataque balear, Muriqi cabeceaba totalmente solo y a placer para marcar lo que sería el gol de la victoria mallorquinista. Era cuestión de tiempo que el gol local llegase y haber llegado hasta los tres cuartos de partido sin encajar, era obra y milagro de San Augusto. Pero finalmente tuvo que claudicar y el Rey Muriqi logró hacer jaque mate.
El Mallorca aún tuvo tiempo de marcar en tiempo de descuento un segundo gol, en una jugada en la que los futbolistas del Rayo fueron meros espectadores, observando como los jugadores de rojo hacían una jugada de tiralíneas finalizando Antonio Sánchez. El gol no subió al marcador al haber fuera de juego en el inicio de la jugada. La verdad es que este segundo gol hubiese sido una mera anécdota, puesto que no había tiempo para nada más y el partido ya agonizaba. Tal vez, ese segundo gol hubiese reflejado un marcador más justo a tenor de lo visto en los 100 minutos de partido hoy.
Ahora le toca al míster analizar la derrota, corregir errores a futuro y empezar a preparar el partido frente al Alavés en Vallecas. Es un choque importante de los de nuestra liga y ante nuestra afición, por lo que no hay margen para el error y el equipo, esperemos muestre su mejor versión.
ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO
Texto: Alberto Leva
Imagen destacada: LaLiga
