El Rayo Vallecano sacó los tres puntos ante la UD Almería, en la primera victoria en casa del año 2023
Hay gestos que merecen la pena todo el tiempo invertido en algo: una película, un libro, un partido de fútbol. Álvaro García fue el encargado de traer a Vallekas lo que la crítica cinematográfica francesa denomina como “la belleza del gesto” con la jugada del segundo gol.
Comenzó el encuentro con un Almería mandón sobre el cuadro local. Dos ocasiones de los indálicos, de Melero y Luis Suárez, despertaron a los de Vallecas: Isi disparó la rosca clásica y Fernando desvió a córner. En un combate a los golpes, Dimitrievski volvió a sacudirse un disparo de Leo Baptistao a bocajarro. No ocurría apenas nada, y en esa ausencia ocurría absolutamente todo.
Tras el descanso, el Rayo iba a abrir la lata en la faceta que mejor dominaba su rival: el balón parado. Lejeune remataba, con la colaboración de Rodrigo Ely, y el balón se colaba manso en la red de Fernando. Vallecas rugía su quinta plaza cuando Andrés Martín pudo doblar la ventaja en una ocasión clarísima que marró delante del arquero rojiblanco. Al error de Andrés lo sucedió otro de Baptistao en el área contrario. Su remate, franco, salió por encima del larguero.
En ese momento apareció Álvaro García, como una estrella del rock. Y vino, vio y venció. En su primer toque se marcó el riff de la noche. Isi cruzó un balón hacia la frontal del área y el 18 recortó y enroscó la pelota hacia el palo largo de Fernando. Golazo y partido finiquitado. Pudo Fran García ampliar la ventaja, aunque tras la enésima carrera no pudo completar la obra. Sólo quedó tiempo para que un sólido Pathé Ciss jugase unos buenos minutos en la medular. Victoria, quinta plaza y Vallecas sueña con Europa con todo el derecho del mundo. Con el derecho del que trabaja para soñar.
Texto: Jesús Villaverde Sánchez
Imagen destacada: @RayoVallecano
