Sandoval, Piti e Ismael Martínez regresan a la que fue su casa con el recuerdo del ‘Tamudazo’ en el ambiente
Después del traspiés en Ipurúa, el Rayo Vallecano recibe al Granada (sábado, 20.30 horas / Canal + Liga) con la obligación de ganar para no hundirse en el pozo de la clasificación y la necesidad de transmitir a su parroquia que lo de Eibar fue un mal sueño. Será un partido cargado de emociones por la complicada situación de ambos equipos en la tabla clasificatoria y, sobre todo, por la presencia de Sandoval y Piti en el cuadro granadino y el recuerdo del ‘Tamudazo’ en el ambiente.
Pero sin duda alguna, no habrá nadie en el Nuevo Estadio más emocionado que Ismael Martínez, el segundo de Sandoval, tanto en el Rayo como en el Granada. Poco después de su operación de corazón por un tumor benigno será uno de los grandes protagonistas para las dos aficiones. Él mismo nos confesó en nuestro programa de radio MatagigantesXXXI que no podría pagar nunca «el apoyo y el cariño, las fuerzas que me han dado desde la afición del Rayo y desde el club».
Para el duelo ante los andaluces, Paco Jémez dispondrá de toda la plantilla salvo el convaleciente Cobeño, que sigue recuperándose tras la operación por una hernia lumbar. Como novedad, entra en la convocatoria Javi Ruiz, portero del juvenil y protagonista en la final de la Copa del Rey de su categoría en la pasada temporada. Amaya, Zhang, Miku y Quini vuelven a quedarse fuera por decisión técnica. El once rayista podría ser el formado por Toño; Tito, Zé Castro, Llorente, Rat; Trashorras, Raúl Baena; Bebé, Jozabed –o Pablo Hernández-, Ebert; y Javi Guerra.
Por su parte, el técnico José Ramón Sandoval también llega a la que fue su casa con todos sus efectivos disponibles, a excepción de Musavu-King, lesionado en el aductor, y Success, baja de última hora «por temas extradeportivos», según ha asegurado el ténico de Humanes. El equipo andaluz podría saltar al campo de Vallecas con Andrés; Foulquier, Babin, Lombán, Biraghi; Rubén Pérez, Krhin, Piti, Javi Márquez; Thievy.y El Arabi.
Los granadinos, que desembarcan en Madrid después de empatar en el campo del Espanyol en un duelo que se les escapó por los pelos con un gol de Caicedo en el descuento, han experimentado una clara mejora en su juego en los últimos encuentros, y ya no es ese equipo que contaba sus partidos por derrotas en el inicio liguero y que se mantuvo varias semanas como farolillo rojo.
Sólo tres puntos separan a ambas escuadras en la tabla, por lo que una victoria rayista se antoja como fundamental para no ser rebasados por el Granada y quedar en una situación muy comprometida. Además, los hombres de Jémez buscarán sacarse la espina del Ipurúa, donde se mostraron como un conjunto blando e inofensivo, muy alejado de sus señas de identidad de juego valiente y de posesión e intensidad.