Nacho habla con MATAGIGANTES de su trayectoria, la situación de Rayo B; y confiesa que es un cocinillas algo romanticón.
Se ha formado en distintas canteras, pero ha madurado en el Rayo Vallecano. José Ignacio Martínez (Madrid, 7 de marzo de 1989), nuestro Nacho, se define como un obrero del fútbol, cuya máxima es trabajar y aprender día a día. En petit comité se muestra abierto y dicharachero. Es amigo de MATAGIGANTES, acude a la entrevista con una sonrisa y salimos intercambiando gustos culinarios. ¿Lo mejor? Que detrás del futbolista hay un chico sensible y solidario con mucho futuro por delante.
MATAGIGANTES.: Esta temporada te has ganado un hueco en el equipo, el míster lleva varias jornadas confiando en ti. Antes del Rayo, estuviste en Getafe y Osasuna. Suponemos que tu paso por diversas canteras te ayudó mucho a la hora de formarte como futbolista.
NACHO.: La verdad es que sí. Tuve la oportunidad de aprender día a día de todos los equipos y entrenadores. Siempre se aprende algo, ya sea bueno o malo
M.: También son filosofías distintas. Uno puede sentir que encaja mejor en un lado que en otro…
N.: Sí, pero allí donde he ido he tenido la suerte de que los entrenadores han apostado por el buen fútbol; muy vistoso, que la gente disfrute yendo…Creo que esa es la suerte que he tenido y lo que he ido aprendiendo. Esto es una mejora continua y estoy contento de cada uno de los sitios por los que he pasado.
M.: Vamos a remontarnos a ese partido en el que debutaste (n. de MATAGIGANTES: Nacho debutó en Primera en un Rayo – Mallorca, temporada 2012/13). ¿Cómo se prepara un chaval en ese momento en el que va a debutar en Primera División? ¿Qué se le pasa por la cabeza?
N.: Con el paso del tiempo, sabes que ese momento tarde o temprano llegará. Hay que estar preparado siempre, porque será el partido que quedará grabado en tu memoria. Lo importante es que sea un buen partido, que te hayan salido bien las cosas; y sobre todo que día a día te vayas ganando la confianza del entrenador para que siga contando contigo.
M.: No sabemos si se te pasan por la cabeza esos compañeros con los que coincides en los distintos equipos; que eran buenos, pero que se fueron quedado por el camino.
N.: Sí, y la verdad es que es una pena. Hay jugadores que tienen una gran calidad, pero no han tenido suerte. En ese momento, también eres un poco egoísta; piensas que es tu momento, tu oportunidad y que tienes que aprovecharlo.
M.: ¿Crees que el factor trabajo va unido al factor suerte? Por ejemplo, estar en el equipo adecuado en ese momento adecuado en el que se pueden fijar en ti.
N.: Puede ser, pero lo importante es el trabajo del día a día. Yo me considero un trabajador diario, un obrero del fútbol, como se suele decir; que trabaja día a día y da lo que tiene.
M.: Pasaste por el Rayo B, ahora mismo están en una situación delicada, luchando por esa deseada permanencia. Los chavales del filial comentan la buena relación que tienes con ellos; y que les das ánimos. ¿Conseguirán el objetivo?
N.: Sí, cada vez que les veo les intento animar; y cuando suben a entrenar con nosotros, también. Les digo que lo intenten, que se la jueguen, no tienen nada que perder. La cosa está complicada, pero mientras hay vida hay esperanza, y apuesto por ellos.
M.: Como has dicho, muchos de ellos suben a veces a entrenar con vosotros. Hay algunos de ellos con un nivelazo. No sé si tienes un favorito o estarías dispuesto a decirnos el nombre de alguno con el que te apetezca jugar en el primer equipo, en Primera.
N.: Es cierto que los hay con muchísima calidad, pero lo que hablábamos antes, la oportunidad te llega o no. Yo creo que hay algunos que sí que pueden tirar para arriba y tener sus opciones.
M.: Si no nos das nombres, que entendemos que quieras ser correcto, hablemos de Nacho Martínez fuera del fútbol. ¿Qué te gusta a hacer en tus ratos libres?
N.: (sonríe y asiente) Soy muy tranquilo y casero. Me gusta estar con la familia y los amigos, son lo más importante y quiero pasar tiempo con ellos.
M.: Y cuando sales, ¿te gusta ir al cine, por ejemplo? Recomiéndanos alguna película.
N.: (se ríe) Recomendaría muchas películas, pero todas muy melosas, de cariño…
M.: Anda, ¡eres romanticón!
N.: (suelta una carcajada) Sí, lo reconozco, soy romanticón.
M.: (entre risas) Pues eres el primero que nos dice que le gusta el cine romántico…
N.: (riendo) Hay que ser diferente en algunas cosas.
M.: Por algunas fotos que has subido a redes sociales, hemos visto que te encanta viajar. ¿Hay algún destino que tengas pendiente?
N.: Me encantaría visitar algún rincón de Asia. No lo conozco y desde pequeño me gustaba verlo en documentales. Me llama mucho la atención.
M.: Nos han chivado que eres un poco cocinillas, ¿hasta qué punto?
N.: (ríe) Sí, sí, estoy aprendiendo poco a poco con los consejos de mi madre y de las abuelas, como siempre. Hay que saber de todo un poco y de eso también hay que aprender.
M.: Pues dinos cuál es tu especialidad.
N.: Para un deportista el tema de la pasta y el arroz es lo más importante, pero también le doy uso al horno; y hago pollito con patatas y otras cosas al horno que, la verdad, se me dan bien.
M.: Tras el amistoso con el Real Ávila, los jugadores de la plantilla abulense subieron un montón de fotos con vosotros y de regalos que les habíais hecho. Uno de ellos, subió la foto de tu camiseta con mucha ilusión. ¿Qué se siente cuando un jugador, que juega en una categoría inferior, te pide la camiseta con toda la admiración del mundo?
N.: Él, en concreto, es un amiguete mío, coincidimos en Osasuna (n. de Matagigantes: Nacho se refiere a Esteban Iparraguirre, guardameta del Real Ávila). Ahora están atravesando un mal momento, porque van ahí abajo, y creo que les deben algunos meses. Yo soy el primero que le dije que si necesitaban algo, lo que quisiesen, que nosotros se lo íbamos a dar. Él me dijo: “Con la camiseta, me vale”. Yo le dije: “Ahí la tienes. Si necesitas algo más, no dudes en pedirlo”. Les dimos también botas. Yo también he estado en esa situación; y lo que tú dices, es admiración, cualquier cosa es poca.
M.: Es una bonita historia. El fútbol suele ir unido siempre a la amistad, como acabas de demostrar. Ya que estamos hablando de cosas bonitas, dime, ¿Cuál es tu mayor deseo profesional?
N.: Antes era jugar en Primera División. Lo más grande es jugar en la Selección, pero nunca sabes lo que la vida te depara. Prefiero vivir el día a día e ir trabajando, ya se verá.
M.: Pues te invitamos a que vengas a vernos otro día a MATAGIGANTES con un pollo asado. Mientras piensas en cómo prepararlo, mándanos un saludo:
N.: (entre risas) Sí ,estuve hace poco, quiero mandar un saludo muy fuerte a todos, un abrazo, y que todo salga tan bien; y os vea tan bien, como hasta ahora.
Marian Lucendo