
Jesús Villaverde Sánchez / Matagigantes
En términos de inteligencia artificial, se denomina alucinación a la “información arrojada por el sistema que, aunque esté escrita de manera coherente, presenta datos incorrectos, sesgados o plenamente erróneos” (BBC). Esto también se conoce como confabulación o delirio. Y es lo que me ocurrió la semana pasada cuando, en un rato muerto, y rememorando la participación del Rayo Vallecano en la Copa de la UEFA de la temporada 2000/01 decidí hacer uso de ChatGPT para comprobar un par de datos de la trayectoria franjirroja en dicha competición.
No recordaba exactamente el orden de los cruces que había ido superando el equipo de Juande Ramos, así que decidí preguntarle a la inteligencia artificial para que me hiciese una composición de lugar. Y la sorpresa fue mayúscula. Por lo que la inteligencia artificial arrojó como respuesta pensé dos cosas: 1) había alcanzado ya la capacidad de poder habitar varios multiversos, y 2) esto era la famosa “alucinación” de la que hablaban los expertos cuando comentaban los peligros y los problemas de la IA.
La pregunta que yo le lancé a ChatGPT fue la siguiente: “¿Cuál fue el camino en la participación del Rayo Vallecano en la UEFA de la temporada 2000/2001?”. Y la IA comenzó a divagar. El primer error (o alucinación) radica en que la IA comenta que, en la campaña 2000, el Rayo Vallecano consiguió su primera clasificación europea al terminar en el sexto lugar en la tabla clasificatoria de LaLiga, eliminando así la verdadera razón por la que el conjunto vallecano disputó aquella edición de la extinta UEFA: una invitación como reconocimiento el Fair Play.
En lo que sí acierta ChatGPT es en comentar que, para disputar la UEFA, el Rayo Vallecano tuvo que superar una ronda previa. Sin embargo, no acierta el equipo. La realidad nos llevó a Andorra para disputar la previa contra el Constel·lació en aquella eliminatoria terminó con un global de 0-16 a favor de los franjirrojos y se perpetuó como la ventaja más holgada en la historia de la competición, pero en la UEFA del multiverso a la que asistió ChatGPT el Rayo Vallecano pasó muchos más apuros. El bombo deparó un enfrentamiento algo más duro que el duelo entre vallecanos y andorranos. El Rayo hizo de Vallecas un fortín y superó al Levski Sofia gracias al 2-1 de la ida, que hizo valer el empate a un tanto que cosechó en terreno búlgaro. Por cierto, como se puede ver en la captura de pantalla, en la UEFA de ChatGPT el entrenador no era el mítico Juande Ramos, sino José Antonio Camacho en otra nueva etapa franjirroja.
Para poner en contexto las alucinaciones de ChatGPT vamos a repasar el paso real del Rayo Vallecano por la UEFA 2000/2001. Tras superar al Constel·lació Esportiva, los de Juande Ramos empezarían a disputar eliminatorias a doble partido. La primera ronda llevaría a la expedición vallecana hasta Noruega, donde se impuso por 0-1 al Molde para hacer valer la victoria en Vallecas con un empate a 1. El Rayo accedió a los treintaidosavos de final, en los que le esperaba otro equipo de Escandinavia. Esta vez, el Rayo recibió como local al Viborg danés en la ida, con victoria por 1-0. En la vuelta, derrota por la mínima (2-1) y pase a la siguiente ronda por la regla de valor doble de los goles como visitante. Los dieciseisavos de final llevarían al Rayo a un gélido Moscú en el que los vallecanos supieron contrarrestar tanto las acometidas del Lokomotiv como las condiciones meteorológicas extremas. En la vuelta, pese a un apagón en Vallecas, el Rayo se mostró más lúcido que su rival y Elvir Bolic y Alcázar pusieron un 2-0 que permitía a los de Juande Ramos seguir soñando. En los octavos de final tuvo lugar el momento más mágico del torneo. El Rayo se enfrentaría al líder de la Ligue1 francesa, el Girondins de Bourdeaux de Dugarry, Bonnissel, Pauleta o Laslandes, que anotó el 0-1 en Vallecas a los dos minutos de juego de la ida. No se amilanó el Rayo, que tras el empate de De Quintana fue un ciclón. Bolic, Quevedo y Míchel culminaron la goleada por 4-1 y propiciaron la mítica portada de L’Equipe que todavía hoy se exhibe con orgullo en los rincones de Vallecas.
En la vuelta, cuando parecía que el Rayo podría especular con el resultado de la ida, los de Juande salieron a ganar y los goles de Luis Cembranos y Bolo dieron una victoria de prestigio que desató la locura del medio millar de vallecanos desplazados a Burdeos para animar a su franja. La última ronda que disputó el Rayo Vallecano en aquella UEFA fue contra el Alavés de Mané en los cuartos de final. El duelo fratricida entre dos equipos humildes dejó al Alavés en las semifinales tras un 3-0 en la ida que el Rayo no pudo contrarrestar en Vallecas a pesar de despedirse de la competición con una victoria por 2-1. Así terminaba la andadura del Rayo por una UEFA que a punto estuvo de levantar el Alavés, que perdió, en la prórroga, la final contra el Liverpool.
Y una vez repasada la participación real del conjunto franjirrojo en la UEFA de la temporada 2000/2001, volvemos con ChatGPT a la “alucinada”. Como decíamos anteriormente, el Rayo habría tenido que pasar la ronda previa contra el Levski Sofia. Aquí tiene lugar un importante cambio, ya que ChatGPT nos anuncia que, más allá de la modalidad de eliminatorias que se disputaba entonces en la UEFA, en la suya el sistema era de 8 grupos de cuatro equipos que se enfrentaban entre sí (similar a la antigua Champions League). En este caso, el Rayo Vallecano fue encuadrado en el grupo A y se enfrentaría a los siguientes clubes: el Aris de Salónica de Grecia, el RC Strasbourg francés y el Hannover 96 de Alemania. Un grupo bastante potente.
El camino del Rayo comenzó venciendo por la mínima, dos goles a uno, al Aris de Salónica en Vallecas. La segunda jornada el conjunto de Camacho sufrió su primera derrota europea a manos del Hannover 96 (1-0). En la tercera fecha, el Rayo volvió a jugar fuera de casa por segunda jornada consecutiva y fue derrotado en Estrasburgo por 2 a 1. Dos derrotas y una victoria dejaban al conjunto franjirrojo en situación delicada. Sin embargo, los de Camacho conseguirían un balsámico triunfo frente al Hannover 96 en Vallecas en la cuarta semana de competición. Dos empates, uno en Salónica (1-1) y el último en Vallecas frente al RC Strasbourg sin goles apearon a los vallecanos de la fase final, ya que quedaron terceros de grupo con 7 puntos (según ChatGPT; ojo, la suma está mal hecha, ya que dos victorias y dos empates suman 8 puntos y no 7).
El grosero error en la suma no es el último que comete ChatGPT en esta aventura alucinógena. Por si nos hubiese parecido poca información, la IA se atreve, incluso, con una boutade. Después de narrarnos el paso infructuoso del Rayo Vallecano de José Antonio Camacho por el grupo A, nos cuela un apartado de curiosidades en el que menciona algunos de los jugadores que disputaron aquella UEFA con la elástica franjirroja. Entre los miembros de aquella plantilla se encuentran Pablo Sanz y Luis Cembranos, que, efectivamente, sí disputaron la UEFA real con el Rayo Vallecano. La sorpresa llega cuando ChatGPT nos asegura que también ha visto en su competición europea franjirroja a jugadores como Iván Amaya, que en la temporada 2000/2001 había abandonado la disciplina franjirroja camino del Vicente Calderón, el futuro capitán Piti, que llegaría al Rayo en 2007 y que en aquella 2000/2001 estaba comenzando su carrera futbolística en la U. E. Tàrrega, o, por último, el más sorprendente, el lateral derecho Manuel Pablo, que nunca vistió la camiseta del Rayo y que, en aquella campaña, estaba jugando por Europa, sí, pero la Champions League de la mano de su Deportivo de la Coruña.
Aquí termina el repaso a la “alucinada” UEFA del multiverso. Llegados a este punto considero que es una forma didáctica de explicar con ejemplos qué es la “alucinación, confabulación o delirio” en términos de inteligencia artificial. ¿Quién sabe? Si mañana le preguntáis a ChatGPT o cualquier otro sistema de IA sobre el paso europeo del Rayo descubramos que, en algún universo paralelo, el Rayo llegó incluso a levantar el trofeo de la mano de algún entrenador como Fernando Vázquez, Gregorio Manzano, Mané o el propio Juande Ramos. Como conclusión, cabe destacar que la IA es una herramienta fabulosa siempre que permanezca en buenas manos y siempre que, como con toda información, sea contrastada y puesta en duda desde la mirada humana. Si no lo hacemos y damos por válido todo lo que nos cuenta, estamos ante un absoluto peligro.