En poco más de veinticuatro horas, el esférico volverá a acariciar el lomo del césped del Estadio de Vallecas. A las 16:00, el colegiado entonará la melodía que, no por su armonía o musicalidad, remonta a todo aficionado al fútbol a los mismos astros, a la cuna del fútbol, al comienzo del partido…
El Rayo Vallecano, en puestos de promoción, acumula ocho duelos consecutivos sin conocer la derrota, y es que sólo ha sucumbido ante el Girona, en Montilivi, en lo que va de temporada. Asimismo, suma dos victorias consecutivas, frente a Tenerife y Extremadura. Esta última, de hecho, supuso el primer triunfo a domicilio del cuadro rayista, dejando la portería a cero por segunda vez en estas doce jornadas.
Como local, además, el conjunto de Vallecas permanece invicto, con tres victorias y tres empates en su haber. Este dato se opone, no obstante, al registro de su rival, la SD Ponferradina de Jon Pérez Bolo, que aún no ha sumado tres puntos lejos de su feudo. En cuanto a las bajas, Paco Jémez deberá contar con las de Alberto García, Emiliano Velázquez y Mario Suárez.
Los de El Bierzo, por su parte, suman tres choques consecutivos sin caer derrotados, con dos empates y una victoria. Los blanquiazules cuentan en sus filas, además, con Yuri, quien, con cinco dianas en su registro personal, se ubica en quinta posición de la tabla de pichichis. El conjunto de la vieja castilla, pues, buscará ascender puestos desde la duodécima posición que le otorgan sus quince puntos, pero deberá hacerlo con las ausencias de Fabián Noguera, Jon García, Luis Valcarce y Buenacassa.
Cabe decir también que en el Rayo Vallecano dos de sus hombres saltarán al césped apercibidos de cara a una hipotética tarjeta amarilla: Óscar Trejo y Alejandro Catena, piezas fundamentales en este primer cuarto de temporada.
En suma, disputarán el duelo de la sobremesa dos clubes que no se ven las caras desde 2011, en Segunda División, cuando los de Vallecas se proclamaron victoriosos tanto en la ida, como en la vuelta. La gota fría del norte acecha la Península, pero no hay tempestad que pueda frenar la navegación del Santa Inés.