Miku en el Matagigantes 37: «El día que no juegue y me sienta contento con eso me quito los zapatos y no regreso más»

En la 37ª locura radiofónica dedicada a todas las franjas pusimos el foco en dos futbolistas que embarcaron en el Rayo Vallecano con un solo objetivo: triunfar. José Romo (Turén, Venezuela, 12 de julio de 1993), es delantero del Rayo B. Llegó este verano procedente del Deportivo Lara buscando un porvenir en el fútbol europeo igual que tantos otros. Entre ellos, sin ir más lejos, su hermano Rafael, que milita actualmente en las filas de Udinese italiano. Ha disfrutado de contados minutos con el conjunto de Diego Merino, pero su talla y destreza no ha dejado indiferente a los que siguen al filial en Tercera. «Tengo buen juego aéreo por la estatura, pero aún no he tenido muchas oportunidades de rematar al arco», reconoce con humildad a Matagigantes.

Al Rayo B, como era de esperar, le está costando encadenar victorias en la categoría de bronce y los jugadores están aprovechando esta primera vuelta para adaptarse lo antes posible a la competición. «La categoría va a mucho al choque y quizás eso nos ha perjudicado», comenta el joven jugador en la frecuencia de Radio Vallekas, pero no por ello se amedrantan ante el próximo rival: «El San Fernando es un equipo que le gusta jugar como a nosotros. Sabemos que si conseguimos quitarles el balón vamos a tener ventaja», argumenta el venezolano.

«Miku es un referente en Venezuela»

De niños todos tenemos referentes, y en los jóvenes futbolistas venezolanos resuenan nombres de figuras de la talla de Arango, Rondón o incluso el propio Miku Fedor. «Miku es un referente en Venezuela. Es un ejemplo. Mi hermano coincidió con él en la selección y yo, estando en la sub-20, tuve la ocasión de conocerle también», explica Romo.

Precisamente el delantero caraqueño fue el siguiente protagonista del programa. Con el entusiasmo y el cansancio que acompaña al nacimiento de su segunda hija, Miku (Caracas, Venezuela, 19 de agosto de 1985) atiende a Matagigantes y nos habla del prometedor atacante del filial. «Romo es un jugador que aquí va a crecer mucho, va a tener la oportunidad de conocer el fútbol  europeo. Hay muchas esperanzas puestas en él. Ha ido quemando etapas como todos y algún día tendrá su oportunidad en Primera», argumenta.

Que en un club como el Rayo jugaran dos jugadores venezolanos hace 20 años «hubiera sido una quimera», admite el de Caracas. «Ha sido una maduración del jugador venezolano a nivel individual, que ha demostrado que puede jugar a gran nivel», explica. «Juan Arango salió fuera y abrió la veda. Triunfó y todos los jugadores jóvenes que veníamos detrás dijimos: si él puede, ¿por qué yo no?«, continúa.

«En verano pude salir y el club no quiso»

Miku no está jugando todo lo que quiere y eso, como es lógico, no le hace feliz. «El día que no juegue y me sienta contento con eso me quito los zapatos y no regreso más», admite con valentía el delantero. Como ocurre en estos casos, la situación que está viviendo el jugador en el Rayo no está siendo fácil. No obstante, Miku no baja los brazos todavía. «El año pasado cuando llegué tenía un rol y lo asumí con normalidad y este año esperaba tener otro tipo de rol porque el club me había manifestado eso», afirma. «En verano había opción de salir a otro equipo y conseguir un traspaso, pero el club se negó a venderme porque tenían otros planes y yo lo acaté», explica.

Pese a gozar de pocas oportunidades con Paco Jémez, Miku no pierde la esperanza de hacerse un hueco en el esquema del técnico canario. «Empecé la temporada jugando, luego dejé de jugar… al parecer ahora a lo mejor pueda participar más. Y bueno, la verdad es que me he mantenido siempre con la misma ilusión, con la mismas ganas de trabajar como un profesional y a esperar mi oportunidad y, cuando me la den, responder», asiente.

«Nadie me puede reprochar falta de profesionalismo»

A la hora de abrir el turno de preguntas para los oyentes de Matagigantes surgieron las mejores respuestas. ¿Algo que objetar a las decisiones de Jémez? Nada. Todo profesionalidad. «Yo lo que quiero es sentirme útil para el grupo, aportar en el momento que me den. El año pasado jugué en cinco partidos, juntando los minutos creo que fueron dos partidos, marqué dos goles y terminé satisfecho. En pretemporada lo hice bien, me sentía cómodo. Es cierto que a nivel de acierto goleador hice solo un gol, pero tenía ocasiones y el cuerpo técnico me transmitió tranquilidad porque mientras creara ocasiones iba a tener minutos. En el primer partido jugué de mediapunta, que no es una posición en la que me encuentre muy cómodo, pero bueno, son decisiones que el entrenador toma y no le pregunto por qué no juego porque cuando lo hago tampoco le digo por qué me pone. Yo lo que tengo que hacer es entrenar, ser un buen profesional, ser un buen compañero e intentar que esta situación cambie lo antes posible. A partir de ahí, sumar para la causa común. Nadie me puede reprochar falta de profesionalismo. Ya después las decisiones no las tomo yo», concluye.

Sobre una posible salida en el mercado de invierno responde con la misma tranquilidad: «Lamentablemente, la lesión de Patrick Ebert va a abrir más opciones para participar a todos y depende de lo que quiera el club. Ya te digo yo que en verano hubo la opción de salir. Contando que yo llegué gratis, había un traspaso, había un dinero, pero no me dejaron y me manifestaron que iba a ser un jugador importante. Ahora no sé cómo será la situación, pero a día de hoy no hay nada. Es pronto para eso”, sentencia el caraqueño.  

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