El Rayo Vallecano visita San Mamés con la vista puesta en la tan ansiada permanencia. Tras su triunfo ante el Getafe la pasada jornada, los de Paco Jémez quieren seguir sumando para evitar apuros en el sprint final de la competición. Y para ello deberán superar a un Athletic Club que se encuentra inmerso en la pelea por la Europa League junto al Celta de Vigo y al Sevilla.
Los vascos, que se han convertido en uno de los equipos más fiables como local en lo que va de campaña, vienen de disputar la ida de los cuartos de final de la Europa League en su propio feudo, donde fueron derrotados por el Sevilla (1-2). En este dato radica una de las principales incógnitas del partido. ¿Rotará Valverde pensando en la visita al Sánchez Pizjuán? ¿Saldrá con todo al más puro estilo Simeone?
En busca de Aduriz
Los leones juegan con un sistema de 1-4-3-3 con trivote en el centro del campo. Este se compone de dos medioscentros defensivos y otro por delante, más liberado para ejercer la construcción del juego y aprovechar los segundos balones que genera Aritz Aduriz.
Los de Valverde son uno de los equipos más fieles a su estilo de la Liga. Los rojiblancos buscan a Artiz Aduriz con un juego directo para aprovechar el buen juego aéreo del 20. El ariete internacional, tocado por la varita del gol, trata de prolongar el balón para la llegada desde atrás de sus veloces extremos: Iñaki Williams e Iker Muniain.
Beñat es el jugador que equilibra al equipo. Por sus botas pasan todas las jugadas de ataque del Athletic Club y es capaz de aportar mucha calidad a las transiciones de su equipo. Además, es el encargado de botar las acciones a balón parado, donde es todo un especialista.
A la hora de ejecutar la estrategia, Valverde cuenta con todo lo necesario para sacar rédito de este tipo de acciones: un impresionante lanzador como Beñat y jugadores con un gran dominio del juego aéreo como Aduriz, Raúl García o Mikel San José.
A la hora de defender, el Athletic trata de sobrepoblar el carril central para evitar la concesión de espacios y repliega a sus interiores hasta el propio campo con el fin de ayudar defensivamente a los laterales. No obstante, los rojiblancos sufren en acciones rápidas de contraataque, encontrando dificultades a la hora de realizar el repliegue y de mantener el orden.
