Lugo 1- Rayo 0. No hubo nada nuevo ni esperanzador en el primer partido de Baraja
Cuando uno tiene mucho trabajo, o un encargo laboral tan importante, apresurado o desagradable que le resulta muy difícil llevarlo a cabo, a veces se utiliza la expresión de «esto no está pagado». Pues eso es lo que bien puede decir Rubén Baraja y su cuerpo técnico hoy. Desconozco el acuerdo al que ha llegado el exjugador de Atlético de Madrid y Valencia con la directiva del Rayo Vallecano, pero mucho me temo que «no va a estar pagado», al menos en las próximas semanas. Porque después de lo visto hoy, el Rayo necesita una renovación técnica, física, psicológica y táctica que va a precisar de una cantidad ingente de tiempo y esfuerzo del nuevo cuerpo técnico que acaba de llegar a Vallecas.
Sería injusto cargar contra Baraja y sus hombres. Llevan cinco días entrenando al equipo, apenas conocen a su plantilla y mucho menos a lo que hay aprovechable en la cantera. Pero van a tener que darse prisa en enterarse, porque la situación del Rayo, aun lejos de ser alarmante, no es nada fácil. Ya no se trata de buscar la Primera División, quimera casi imposible, visto lo visto. Es que el Rayo roza, a esta hora -y quizá esta tarde ya esté dentro- los puestos de descenso a Segunda B. Revertir una trayectoria tan negativa, un ambiente interno tan tormentoso, y una presión exterior nada favorable no le va a ser sencillo al extécnico del Elche.
El partido en Lugo fue poco más o menos lo visto en todos los partidos jugados fuera de casa. Baraja mantuvo un once que bien podía haber firmado Sandoval, y la consecuencia fue idéntica. Los locales iniciaron desde los primeros minutos una carga detrás de otra hacia la portería defendida por la larga figura de Gazzaniga. El Rayo, lejos de buscar bajar la pelota y jugarla para organizar mínimamente un contraataque, aspiraba a lanzarla lo más lejos posible. Trashorras estaba colocado más adelantado de lo habitual en busca de una iniciativa ofensiva inexistente porque, para atacar, primero tienes que ser capaz de llevar el balón hasta allí. Y lejos de crear peligro hacia la portería lucense, solo servía para que los locales se sintieran más libres en el juego del centro del campo, convirtiendo a Campillo, bien conocido por la afición madrileña, en la principal pesadilla de la defensa vallecana. Las bandas eran además un coladero nada presentable, con constante superioridad de los locales. Y las contadas llegadas al área contraria de los rayistas fueron apenas dos o tres lanzamientos desde fuera del área que no iban dirigidos ni siquiera a puerta.
Con este panorama, el gol local era cuestión de tiempo. Y en el 25 un saque de esquina pésimamente defendido, acaba de rebote en Seoane, al que le da tiempo a quitarse de encima a un jugador del Rayo que siguió corriendo inexplicablemente hacia el área rival, avanzar dos metros sin oposición para colocarse la pelota a la derecha y lanzar el disparo cruzado al poste de un Gazzaniga al que se le volvió a hacer enorme la portería.
Lo mejor que le pasó al Rayo hasta el descanso fue que no le cayeron dos o tres más. El Lugo, con menos presión, hizo aún más intenso su juego contra el área rival, y las ocasiones se sucedieron con Joselu y Miquel. Lo peor fue la lesión de Amaya, sustituido por Quini en la media hora. Y lo preocupante, el tremendo desconcierto que tenían los jugadores durante muchos minutos.
En la segunda parte casi llega el empate
Después del intermedio, sin reacción vallecana, fue el Lugo el que fue de más a menos. Baraja sacó a Mójica y a Cristaldo para hacer entrar a dos desterrados de Sandoval, Miku y Piti. Trashorras retrasó su posición al centro del campo y quizá eso, junto con el cansancio de los gallegos, permitió al Rayo tener más el balón y buscar el empate. Y sin mejorar, ni mucho menos, en el juego, casi lo consigue en un buen remate de Manucho, al que hay que alabar su esfuerzo y entrega infatigable partido tras partido. Pero el gol habría sido mucha recompensa para tan poco mérito. Como decía José Luis Poblador en el último podcast de Matagigantes, el Rayo ha perdido tres meses. Y empieza su pretemporada…en Noviembre.
Ficha técnica
Lugo, 1: José Juan, Calavera, Marcelo Djaló, Ignasi Miquel, Manu, Seoane, Pita, Iriome (Caballero, min 78), Campillo (Carlos Hernández, min 88), Pedraza (Igor Martínez, min 82) y Joselu.
Rayo Vallecano, 0: Gazzaniga, Galán, Amaya (Quini, min 32), Zé Castro, Rat, Trashorras, Cristaldo (Miku, min 76), Zuculini, Mojica (Piti, min 59), Álex Moreno y Manucho.
Gol: 1-0, min 25: Seoane
Árbitro: Gorostegui Fernández (Colegio vasco). Expulsó con roja directa a Ignasi MIquel en el minuto 87 por una fea entrada en el centro del campo a Manucho. Tarjetas amarillas a Seoane del Lugo, y Zé Castro, Zuculini y Quini por el Rayo.
Pedro Guzmán