El inicio del Rayo, con cinco victorias en cinco partidos en casa, lo sitúa como uno de los mejores equipos franjirrojos de la historia en su estadio. Repasamos algunas de las rachas más extensas de la franja en Vallecas.
Alberto Leva / Jesús Villaverde
El Rayo Vallecano no acostumbra a grandes rachas de victorias. Mucho menos si comparece en la Primera División del fútbol español. Sin embargo, este inicio de campaña está dejando un dato histórico: el de victorias consecutivas en casa. Aunque suene tópico, el Campo de fútbol de Vallecas se ha convertido en un fortín para los de Andoni Iraola. Los franjirrojos se están mostrando inexpugnables en cada uno de los encuentros que disputan como locales. Un territorio invencible que convierte al Rayo en el mejor local y el único que acumula quince puntos sobre quince posibles cuando juega de anfitrión.
Granada (4-0), Getafe (3-0), Cádiz (3-1), Elche (2-1) y Barcelona (1-0) ya cuentan sus visitas a Vallecas por derrotas. Un impresionante inicio que hace de Vallecas el enclave más difícil para sacar algo positivo en LaLiga. El Rayo de Iraola ya luce como el conjunto vallecano con el mejor inicio de campaña en su feudo. Nunca antes la escuadra vallecana había acumulado cinco victorias consecutivas en su domicilio en los cinco primeros partidos.
Sí consiguió cinco victorias seguidas en Vallecas el Rayo de la temporada 2013/14, con Paco Jémez en el banquillo. Sin embargo, fue en la segunda vuelta, en un tramo de campaña en el que los jugadores consiguieron levantar un nefasto inicio de temporada en Primera División en el que solo habían ganado seis partidos y empatar dos. Aquella racha comenzó en la jornada 26 y duró cinco encuentros en los que Vallecas vivió el renacimiento de los suyos. Valencia (1-0), Almería (3-1), Osasuna (1-0), Celta de Vigo (3-0) y Real Betis (3-1) fueron las víctimas de una racha que solo pudo cortar el Athletic Club con un 0-3 en la jornada 36. En aquel equipo militaban nombres de la talla de Bueno, Larrivey, Iago Falqué, Rochina, Trashorras, Embarba o Saúl. Antes de comenzar aquella secuencia de victorias como local, el Rayo se encontraba en la decimonovena posición, con 20 puntos y a cinco de la salvación que marcaba el Málaga. Cuando los leones cortaron la racha, los de Jémez habían alcanzado el decimoprimer escalón de la tabla y, con 43 puntos, tras sumar dos victorias a domicilio (Real Sociedad por 2-3 y Granada por 0-3) y un par de empates en Cornellà-El Prat y el José Zorrilla, ya estaba matemáticamente salvado.
La que parece imbatible por lo sorprendente y lo extensa es la racha que mantuvo el Rayo Vallecano en la temporada de su debut en la máxima categoría del fútbol español. Catorce partidos invicto en Vallecas aguantó el Rayo en la temporada 1977/78, en la que se ganó a pulso el apodo de Matagigantes. En la jornada 2, el Racing de Santander visitaba el feudo rayista para caer derrotado por 1-0. Fue la primera de diez victorias (nueve de ellas consecutivas) a los que el conjunto dirigido por el uruguayo Héctor Núñez sumó cuatro empates. La lista de los rivales que no consiguieron doblegar a los franjirrojos se antoja inabarcable. En orden cronológico, pasaron por Payaso Fofó, sin éxito, Racing de Santander (1-0), Las Palmas (1-1), Sevilla (4-1), Real Madrid (3-2), Sporting de Gijón (3-1), Athletic Club (3-2), Valencia (3-0), Real Betis (4-2), Atlético de Madrid (2-0), Cádiz (6-1), Hércules (2-1), Salamanca (3-3), Español* (1-1) y Burgos (0-0). El Elche consiguió, con un 0-1 en la jornada 28, romper la racha de imbatibilidad rayista como local y derrotar al Rayo en su casa. Fue el único partido que perdió el Rayo en Vallecas en aquella mítica temporada en la que se alzaría hasta el décimo puesto (33 puntos) y en la que brillaron figuras como el portero Alcázar, la mítica dupla formada por Tanco y Uceda y mitos de la franja roja como Felines, Anero, Guzmán, Landáburu, Rial, Alvarito o Potele, entre otros. Una temporada de ensueño que, en el fútbol de hoy, parece impensable. Para enmarcar. No sabemos hasta cuándo se extenderá la imbatibilidad del Rayo como local en esta campaña, pero, sin duda, merece la pena echar la vista hacia atrás para darse cuenta de que no es habitual. Para poner en valor lo que están haciendo los pupilos de Andoni Iraola en una liga tan exigente como la actual. Vallecas vuelve a ser un fortín, el Matagigantes nunca se marchó del todo.
