El final de Liga deja vencedores, vencidos, revelaciones y fracasos
Otro año más, otra temporada más y este final de Liga, como cada mayo, deja alegrías y tristezas, penas y esperanzas. La conclusión de la Liga encumbra como campeón una vez más -6 veces en los últimos 8 años- al FC Barcelona, que en un final de Liga apretado logró alzarse con el título en la última jornada, tras derrotar por 0-3 al Granada. Los blaugranas quedaron por delante de Real Madrid y Atlético, que lucharon por el título hasta el último suspiro.
¿Qué decir de los tres de arriba? A Barcelona y Madrid se le ha unido un Atlético con un mérito reseñable: Ha sido capaz de discutirles el título hasta el último suspiro con bastante menos. ¿Alguien piensa que Torres o Griezman estarían por delante de la MSN o BBC, si jugaran en esos equipos?.
Por detrás de ellos, el primero de los mortales. El Villarreal de Marcelino ha realizado un temporadón. Pero es curioso. Sólo ha disputado 36 jornadas, porque en las dos últimas sencillamente no compareció. ¿Para qué iba a hacerlo?… Lo de jugar una Liga completa debe ser para otros.
Mención especial para los otros tres puestos europeos, los que dan acceso a la Europa League. Sinceramente, al fútbol le hace falta equipos como Athlétic y Celta. Los primeros, ejemplo de superación y trabajo, con una fe inquebrantable y fieles a su estilo e idiosincrasia. Los vigueses, en torno a Berizzo, piedra angular del proyecto, han sabido desarrollar un estilo propio de ataque, a la vez que recuperar para la causa a los Orellana, Nolito y Aspas, en algunos casos superando las expectativas propias.
El tercero en discordia en los puestos que dan acceso a la Europa League es el Sevilla FC. Con un plantillón, propio de puestos de Champions, ha cosechado una temporada liguera decepcionante. Otro de los equipos que han disputado menos jornadas, concretamente 35. Después, el Sevilla Atlético pasó a la primera plana; quizá fue uno de los motivos por los que no consiguieron ni un solo triunfo fuera de casa.
Fuera de los puestos europeos, el pelotón. Allí donde descansan esos equipos cuyo triunfo es, en algunos casos, su posición en la tabla. Tal es el caso de Las Palmas o Éibar; equipos que, con presupuestos muy bajos, han logrado el objetivo con creces. Y en algunos casos desplegando un fútbol de muchos quilates: con Tana, Roque Mesa y Momo como «culpables» en Las Palmas, o Borja Bastón y un renacido Mendilíbar en la SD Éibar.
Caso parecido el del Málaga. Hace ya tiempo que la época de bonanza y despilfarro pasó a mejor vida. Por eso el gran trabajo de un gran entrenador como Javi Gracia, con una plantilla limitada, ha cosechado un octavo puesto muy meritorio.
Otros, como el Real Betis, han conseguido sus objetivos con más pena que gloria. El caso del Espanyol también es muy similar a los béticos: un equipo descabezado y sin un rumbo claro que, año tras año, pasa por la Liga sin apenas protagonismo.
Afortunadamente para ellos, el fiasco del año es para el Valencia CF. Con un proyecto millonario, con más dinero que nombres, sin nadie con identidad «che» en la plantilla, ha coqueteado más con el descenso que con los puestos europeos.
Llegamos a la zona caliente, lugar para los sufridores y aquellos que se han salvado por la campana.
El Deportivo de la Coruña hizo una gran primera mitad de campeonato, pero en la recta final afloraron problemas internos y sufrió un bajón importante en su juego y confianza. Si hablamos de Granada… año tras año la misma película. El equipo nazarí se salva gracias a un «sorprendente» final de temporada, donde son capaces de ganar lo que no han ganado en fechas anteriores.
Sobre la campana se salvó el Sporting. Con un gran trabajo de un equipo de cantera, muy limitados en política de fichajes debido a las deudas, lograron la salvación en un partido final; si es que se le puede llamar «partido» a un encuentro en el que el rival (el Villarreal de Marcelino) salta al campo y poco más.
Y por último, lo mas doloroso, los puestos de cola. Levante, Rayo y Getafe no entraban en las quinielas para descender a principio de temporada. Los levantinistas, porque tras años de penuria económica se habían asentado en Primera, incluso haciendo fichajes de un coste económico elevado (Deyverson, 1,8 millones, o Mauricio Cuero, 3,2 millones). El equipo vallecano, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, se había mantenido cinco años consecutivos en Primera con un estilo propio de la mano de Jémez. No parecía ser uno de los equipos que cayera al abismo. Por último, el Getafe, que sumaba doce años consecutivos en Primera. Una muy mala segunda vuelta, sumada a la venta de sus «pesos pesados» en el mercado de invierno, han dado con los huesos del Geta en Segunda.
Así despedimos una temporada más, con la ilusión de que lo mejor está por venir y con la esperanza de que pronto volveremos a sentir ese cosquilleo en el estómago de un nuevo inicio liguero.
Chema Broncano