Comienza el campeonato liguero para el Rayo Vallecano y lo hace ante un rival europeo, el Sevilla FC. Dura prueba para los hombres de Michel en su regreso a la Primera División
Dicen que la vida son dos días, que su andanza toma las curvas y desvíos con la rapidez de un río que viaja perdido al mar, y que pasa volando, sin que apenas te des cuenta. Dicen, afirman y cuentan, pero no conocen el vacío que genera el verano en un corazón rayista, la lentitud con la que transcurre la espera.
Tardó en llegar, pero ya asoma a la vuelta de la esquina el primer reencuentro, la nueva toma de contacto con una Primera División que, francamente, nos echaba de menos. El Rayo tiembla nervioso, como un niño insomne en vísperas del esperado 6 de Enero, y no únicamente él, pues lo hace acompañado de sus miles de fieles.
El reconocido colegiado Mateu Lahoz será quien dé comienzo a esta nueva etapa, y, para la cita, el próximo domingo a las 20:15, la plantilla estrenará el remodelado Estadio de Vallecas con un invitado de grandes y muchos galones, un Sevilla FC que estrenará técnico en LaLiga, Pablo Machín. El conjunto hispalense, tras clasificarse para la Europa League y llevar a cabo un gran papel en la Supercopa de España frente al FC Barcelona, llega con buenas sensaciones a la cuna rayista, como un equipo correoso, reforzado y, a priori, candidato a puestos de Champions League. Bien es cierto que no todos los vientos soplan a su favor, pues, además de haber perdido a una de sus estrellas, Steven N´Zonzi, viene de ser catalogada como la plantilla menos goleadora de los siete equipos clasificados para Europa en la 2017/2018, con 49 goles a favor frente a los 57 y 58 de Villarreal y Atlético de Madrid, respectivamente.
El Rayo Vallecano, por su parte, tendrá que lidiar con la dificultad que supone preparar un enfrentamiento de estas características con una plantilla completamente abierta, en la que varias de sus posiciones no se encuentran cerradas al completo. No debe olvidarse, además, la baja de Santi Comesaña, quien arrastra sanción, la más que probable falta de Emiliano Velázquez, y las también posibles ausencias de Kakuta y Gorka Elustondo, aunque estos últimos ya entrenan con normalidad. Por si fuera poco, Míchel tendrá que ingeniárselas para hacer congeniar un grupo de jugadores caracterizado por la abundancia de altas que, en principio, formarán parte del once inicial, como Pozo, Kakuta, Advíncula, Medrán o el mismo Jordi Amat. Otro dato que juega en contra del club vallecano es la complicación que ronda los primeros partidos del Rayo en liga en los últimos años.
El reto supera el límite de la normalidad, adquiriendo un nivel de dificultad muy elevado, eso es innegable. Sin embargo, aún teniendo en cuenta todos estos factores, la esperanza debe permanecer intacta, inmóvil en el pecho y la mente de todos los aficionados, pues la garra de Vallecas y la ambición por volver a la élite son capaces de recorrer cientos de kilómetros, de derribar cualquier obstáculo. Al fin y al cabo, somos el Matagigantes.