Cissé y Fariña son los primeros en abandonar el conjunto rayista. Vallecas sigue a la espera de refuerzos para afrontar la segunda vuelta
La puerta del mercado de invierno se ha abierto al mismo tiempo que la oleada de frío que nos recuerda que es invierno en Vallecas. Las bajas -no sólo en cuanto a la temperatura- se notan ahora más que nunca. Echemos cuentas: David Cobeño, operado de una hernia discal lumbar el pasado 27 de octubre, continúa recuperándose alejado del equipo; Toño, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda el pasado 7 de noviembre, en el encuentro contra el Granada, última victoria del Rayo Vallecano en Liga. La suya ha sido la única baja que se ha cubierto con brevedad: Yoel llegó cedido por el Valencia el 21 de noviembre, con el presidente recién aterrizado de Oklahoma.
Por si fuera poco, la necesidad de refuerzos no queda sólo en portería sino que trasciende más allá. El 2 de diciembre, en el partido de Copa que enfrentó a Rayo y Getafe, Patrick Ebert se fracturó el tendón de Aquiles, lo que le apartará del terreno de juego de seis a nueve meses. Aún no conocemos a su sustituto. Continuemos. En la previa del partido de Copa entre Rayo y Atlético de Madrid, justo en la Noche de Reyes, Razvan Rat fue operado del hombro y Jémez confirmó que estaría de baja lo que resta de temporada. Cuatro jugadores anclados en enfermería y, de momento, una sola incorporación.
A las bajas por lesión, siempre desafortunadas e inoportunas, hay que añadir las fugas de jugadores que no han contado con el beneplácito del entrenador. Cissé y Luis Fariña han sido los damnificados por la falta de complicidad entre el cuerpo técnico y la dirección deportiva del club franjirrojo, cuya discordancia ha sido notable desde este verano. Ni el francés, que firmó por dos temporadas y ha terminado recalando en el Waasland-Beveren belga, ni el argentino cedido por el Benfica, quien se veía fuera desde antes del partido en el Santiago Bernabéu, han cumplido las expectativas, que desde el minuto 0 eran bastante escasas.
Precisamente fue tras preguntar por el mediapunta argentino cuando Jémez puso de manifiesto su preocupación ante lo que se avecina. «No se me ha comunicado oficialmente [la salida de Fariña al Universidad de Chile, según medios del país andino], pero he hablado con él y creo que está todo arreglado y preparado para que se marche mañana«, explicó en la rueda de prensa previa al partido contra el Levante. Esa oficialidad no comunicada delata fallos en la ingeniería del club.
La preocupación crece a medida que avanza el frío invierno y su pausado mercado de fichajes deja sin esperanzas a un Rayo que necesita fortificarse en defensa, en el centro del campo y también en ataque. Entre la afición se palpa la melancolía, despertada por la ausencia de jugadores como Alberto Bueno o Kakuta. El delirio provocado por el desierto de los puestos de descenso ha hecho sonar cantos de sirena que murmuraban su posible regreso. Sin embargo, desde el club ven con excentricidad y escepticismo que esto ocurra, al menos a corto plazo.
Pasa el tiempo y cae el frío sobre Vallecas. Winter is coming… los fichajes, no.
Irene Yustres