Raúl es uno de los muchos pequeños hinchas franjirrojos que se quedarán sin cumplir su sueño el próximo 9 de junio.
Hola, señor Martín Presa:
Mi nombre es Raúl (somos tocayos), tengo seis años y soy del Rayo desde antes de nacer o eso dice mi papá. Él también es del Rayo y me cuenta que yo estoy aquí gracias a un gol en el minuto 92. Tanta alegría le dio ese gol, que nueve meses después nací yo (mi cumple es el 11 de febrero) y me puso el nombre del jugador que metió ese gol del Rayo. Yo no entiendo muy bien toda esta relación, pero he visto más de 100 veces ese gol y lo cantamos en casa como si fuera la primera vez que lo viésemos.
Mi papá vivió toda su vida en la calle Peña Prieta hasta que se mudó a Morella (Castellón) antes de nacer yo. A pesar de la distancia, él siguió siendo socio del Rayo y a mí también me ha hecho socio. Solo he podido ir a ver a mi equipo a Vallecas dos veces en mi vida, la última vez fue hace casi un año y fue el partido del ascenso. Estuve todo el partido cantando las canciones de Bukaneros (me las sé todas) y cuando Álex Moreno metió el gol, me abracé a papá, que estaba llorando como si algo malo estuviese pasando. Creo que ha sido el día más feliz de mi vida.
Este año, no hemos podido viajar a Madrid a ver ningún partido del Rayo. Papá me prometió que si sacaba buenas notas, iríamos a Vallecas el 9 de junio y me apuntaría a la Carrera del Rayismo para que supiera lo que es pisar el mismo césped que pisan Alberto, Embarba o Raúl de Tomás. Él, hace ya muchísimos años, pudo pisarlo en uno de los ascensos del Rayo a Primera. Me cuenta que tuvo que saltarse una valla y todo para llegar al césped hasta poder abrazar a Míchel, que ese día no era entrenador y jugaba en el Rayo.
Señor Presa, le escribo para decirle que no solo he sacado buenas notas, sino que he sido el mejor de mi clase trimestre a trimestre. Por cierto, soy el único de mi clase y del cole que soy del Rayo, y no me importa nada que siempre perdamos. Me acaba de contar papá que se ha cabreado usted y ahora no quiere dejarnos el estadio para la carrera. ¿Por qué? ¿Qué le hemos hecho para no dejarnos cumplir nuestro sueño?
Mi padre, a pesar de lo cabreado que estaba hoy (si no ha dicho 100 veces eso de Presa vete ya, no lo ha dicho ninguna) va a cumplir su palabra y me va a llevar a Vallecas ese día y, aunque no va a ser lo mismo, él quiere juntarse con sus amigos y familia rayista. Para él, volver a su barrio y juntarse con su gente, está muy por encima de presidentes, jugadores o entrenadores, ya que la esencia de nuestro equipo es esa. Hace tiempo me contó que quería llevarse el Rayo a Castellón, algo que haría que pudiésemos ir cada domingo a ver los partidos. Pero ese no sería el Rayo que a nosotros nos gusta, Vallecas mola mucho y ojalá algún día podamos volver a vivir en el barrio de mi papá.
No espero que lea esta carta, ni siquiera sé si le llegará, yo se la mando a los chicos de Matagigantes para que sepa lo injusto que es que nos quedemos todos los rayistas sin pisar nuestro estadio el día de la carrera.
No le molesto más que seguro que ahora tendrá mucho trabajo preparando un equipo que lleve al Rayito de nuevo a Primera.
Raúl.