Emociones y rayismo

15/09/2023
Emociones y rayismo

La Federación de Peñas del Rayo Vallecano entregó en la tarde de ayer sus tradicionales premios, siendo este año Dámaso Barroso y el Alevín B del Rayo Vallecano los galardonados.

Antes de la entrega de estas placas, fue el turno de los más pequeños de la Franja, que tenían que recoger sus premios por el Concurso de Pintura «Pinceles Rayistas». A través de sus dibujos mostraban su arte y su rayismo en las diferentes categorías. Bajo la brillante dirección y presentación, como siempre, del maestro Luquero, nuestros/as rayistas más jóvenes salían a recibir sus obsequios y el merecido aplauso de los allí presentes.

A continuación, mi amigo Antonio Luquero me cedía el micro y me invitaba a actuar de maestro de ceremonias para recibir a nuestros Campeones del Alevín B, que minutos antes habían llegado acompañados de sus familias. Para mí ha sido todo un lujo poder estar durante la temporada pasada cerca de esta familia franjirroja y recogí con sumo gusto el guante lanzado por Antonio. Podría tirarme horas hablando de este equipo, de sus logros deportivos y del aprendizaje de los chicos a lo largo del año. Pero no podía empezar mi presentación sin agradecer al culpable de que este equipo haya hecho esta temporada tan maravillosa, el añorado Juanpe. El cabrito de Ronny se nota que es central, porque me estaba marcando en corto y le oía decir a sus compañeros que «Alberto está a punto de llorar». Y no le faltaba razón, cada vez que recuerde o hable en público de Juan Pedro Navarro se me humedecerán los ojos, haya pasado el tiempo que sea. Soy de esos que cada verano lloraba a moco perdido viendo a Pancho gritar «Chanquete ha muerto» en la enésima reposición de Verano Azul.

Por diferentes motivos, no pudieron estar todos los componentes de la plantilla, pero hubo un recuerdo cariñoso para todos ellos por parte de Diego Torre. Y es que si alguien tenía que hablar de sus chicos y presentarlos a los rayistas, nadie mejor que él. La tarde era muy especial también para Diego, siempre bien escoltado y acompañado de sus inseparables Raúl y Mario (cuerpo técnico). Durante su agradecimiento dio la noticia de su marcha del Rayo Vallecano, noticia que trataremos de explicar en otro artículo.

Tras recibir sus bufandas de La Franja Vallecana y VCN (gracias por estar, una vez más ) por parte de la grandísima (como la tortilla que le espera a nuestro Puli) Lola, no podía faltar la Vida Pirata. No se hicieron de rogar y sin necesidad de micrófono ni altavoces, Puli, Medi, Hugo Céspedes, Íñigo, Calle, Leni, Ronny, Juan y Cazorla nos deleitaron con una Vida Pirata de categoría. La verdad es que son verdaderos expertos, puesto que la pasada temporada dejaron el pabellón rayista en lo más alto por todo el territorio nacional, con la consiguiente celebración todos juntos.

Una vez recogida la placa que la Federación de Peñas, les tocó ir a reponer fuerzas antes de irse a disfrutar de las fiestas de Villa de Vallecas, mientras las familias hacían un merecido tercer tiempo de pretemporada.

Tuvimos la ocasión también de conocer a Nicolás Casariego, escritor que ha terminado un libro llamado «Rayografía» en el que habla del Rayo Vallecano y Vallecas. Después de un año de trabajo, en breve saldrá a la luz el libro y podremos disfrutarlo.

Volvía a recuperar Antonio Luquero el micrófono para presentar el siguiente premio de la tarde. Lo cierto es que era una imagen que tantos y tantos años hemos presenciado en los premios que la Peña Rayista 2004 entregaba cada temporada. El maestro Luquero de maestro de ceremonias y Dámaso Barroso, presidente de dicha peña, a su vera para decir unas palabras.

En esta ocasión, era el propio Dámaso el que iba a recibir el reconocimiento de la Federación de Peñas por su trabajo al frente de la peña durante casi 20 años. Un premio que un Dámaso visiblemente emocionado quería compartir con su familia, allí presente, y con aquellos compañeros de batallas franjirrojas que allá por 2004 le siguieron en la locura que suponía crear una peña cuando el Rayo Vallecano pasaba su peor momento deportivo, con el reciente descenso a Segunda División B. Desde aquel lejano 2004, gente como Juan, Paco, Rubén, etc. han estado junto a él, compartiendo y haciendo rayismo a lo largo de estas dos intensas dos décadas. A día de hoy, la peña ha cesado en su actividad, pero personas como Dámaso seguirán siendo absolutamente necesarias para que nuestra ADRV siga creciendo y quién sabe si algún día podremos recuperarla.

Otra gran velada de rayismo con las emociones a flor de pie, que tuvo su punto final con la habitual cena en la caseta de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano.

Por muchos años más.