Esta es la situación que se vive en la Escuela de Fútbol de la Fundación Rayo Vallecano, contada por una de las tantas personas afectadas por ella.
Por petición de muchos padres, y después de comprobar que sea año de pandemias o año normal, todo sigue igual (o peor), lanzamos este artículo en modo de protesta/informe de la situación real de la FUNDACIÓN de este nuestro club, para que todos tengan una visión más clara de cómo funciona (o lo intenta) el día a día para nuestros/as futbolistas.
Empezaremos por lo más obvio y que se ve desde dentro y desde fuera: LA ROPA.
Da igual que sea KELME que UMBRO, que cualquier marca que por esta villa pase, esta temporada, estando a mediados de marzo, los niños aún no han recibido toda la equipación correspondiente a la actual temporada, y a fecha de 13 de marzo, los niños pudieron disfrutar, por fin, de la primera equipación de juego al completo.
Otra cosa son ya las calidades de la ropa, que difieren mucho en calidad y modelos entre cantera y Fundación, cuando recordemos una cosa muy importante, TODOS SON NIÑOS, y realizando esta diferenciación, se rompe la ilusión de unos niños que cada fin de semana se dejan todo en el campo como si de Primera División se tratara. Escudos que se caen al primer uso, camisetas de entrenamiento que son las mismas que para jugar en el caso de los porteros, chubasqueros (por decir algo) que parecen de papel y un largo etcétera, que parece no interesar a los responsables de estos menesteres.
Continuaremos con el material para entrenamientos y partidos…
Decir que cada equipo (entre 18 y 20 integrantes en el caso del fútbol 11) cuenta con 10 balones (este año al menos han sido todos KROMEX, ya que el año pasado fueron 5 KROMEX y 5 KELME viejos y semirotos), para un equipo de fútbol 7 no está mal, pero en los equipos de fútbol 11 es algo limitado a la hora de poder realizar ejercicios. No se entiende porqué si cada año se compran balones nuevos, no se incrementan el número de balones por equipo para que los niños puedan tener balones suficientes.
Seguiremos diciendo que la FUNDACIÓN solo dispone de setas para hacer ejercicios, todo el material que se vislumbre por los campos deben saber que es de los entrenadores, ya que no hay nada que coger que sea propiedad de la FUNDACIÓN DEL RAYO VALLECANO (como opinión personal, 4 porterías pequeñas por campo, conos, picas, etc. no es un gasto muy grande y daría una gran ayuda a los entrenadores).
Otra buena cosa a revisar son los terrenos de juego, cuatro campos que no disponen de riegos (con el riesgo de lesiones que esto supone) y que cuando llega el calor dificulta la práctica deportiva, HAY QUE RECORDAR QUE ESTE AÑO HAY QUE AÑADIR EL USO DE LAS MASCARILLAS. También hay que sumar a esto que, para más riesgo de niños y adultos que practican deporte en estas instalaciones, han retirado el caucho (goma) que protege el césped para su durabilidad y que hace de “acolchado” a la hora de jugar, algo necesario y que al retirarlo INCREMENTA EL RIESGO DE LESIONES DE LOS NIÑOS. Hay que decir que se ha quedado precioso (nótese la ironía), pero sin este caucho y sin riego, lo único que se incrementa es la dificultad de jugar, ya que el balón no rueda ni bota igual, el tiempo de uso del césped, el cual tendrá que ser cambiado antes y los riesgos de lesiones anteriormente mencionados para tobillos, rodillas, caderas, etc. además del riesgo por impacto a la hora de caer o saltar.
Os dejamos un par de enlaces donde explica el porqué del caucho y demás cuidados necesarios:
- ¿Por qué el césped artificial lleva caucho?
- Mantenimiento adecuado de un campo de fútbol con césped artificial.
Resumiendo, es chapuza tras chapuza, y dado que es un campo cedido por el Ayuntamiento de Madrid, debería de ser mejor tratado para que podamos seguir disfrutando de estas instalaciones en el futuro.
Para continuar, y bastante importante, está el tema de los botiquines, botiquines con unas medidas minúsculas (un neceser de viaje pequeño), donde el entrenador solo dispone de botella de frio y poco más para el uso para los niños. Los botiquines son algo importantísimo en cualquier deporte, ya no por el uso continuado, sino por la necesidad de utilizarlo cuando así se requiera para evitar sustos y males mayores. Un punto negativo más a la hora de organizar una escuela de fútbol.
Y tampoco quiero finalizar sin recordar a los grandes sufridores de todos estos problemas, que intentan solucionarlo con la mejor cara día a día y que hacen que los niños disfruten de la actividad aún con todos estos problemas.
LOS ENTRENADORES.
Entrenadores que cobran una miseria y solo si entregan facturas. Es decir, no cobran nada, ya que la Fundación solo les retribuirá con los gastos que hayan facturado al cabo del mes, y eso sí, hasta un tope de 160€ mensuales (aunque en el contrato que firman como VOLUNTARIOS, expresa literalmente, como hemos podido saber, que la FUNDACIÓN RAYO VALLECANO se compromete a compensar todos los gastos que la actividad ocasione al voluntario, que ni tan siquiera entrenador)
Pondremos un ejemplo para que se entienda aún mejor: un entrenador que vaya andando al entrenamiento y no se gaste nada, estará entrenando GRATIS (los asistentes de los entrenadores no reciben nada directamente) para la FUNDACIÓN DEL RAYO VALLECANO, mientras que el CLUB está recibiendo las cuotas anuales de cada niño. Pensamos que es una cosa que se debe saber para agradecer, aún más si cabe, la labor de los entrenadores.
Habiendo sabido esto, y pensándolo fríamente, con una cuota de unos 600€ al año por niño, hay dinero de sobra para tramitar fichas, ropa, y que los entrenadores tengan un sueldo, ya que lo de trabajar GRATIS es algo que ya no está de moda. Quiero recalcar esto, ya que el club exige (algo a favor de ellos) solo entrenadores con el título de entrenador, con el gasto que ello supone. Todos sabemos que los entrenadores lo hacen por pasión y porque les gusta, pero seguro que a mucha gente también les gusta su trabajo y no lo harían gratis.
Después de todas estas razones es normal que la FUNDACIÓN tenga 12 equipos menos este año, y estoy bien seguro que, si esto no cambia, el número irá bajando rápidamente, ya que cualquier club de barrio (sin menospreciar a ninguno) está mejor organizado y tratan mejor a los niños. La FUNDACIÓN solo tiene un escudo, que está siendo mal usado y representado día a día por la gran mayoría de la gente que está en cualquier escalafón de este club y que parece ser que no tienen pensado cambiar la forma de actuar, ya que se van sumando cada día más problemas sin dar solución a ninguno de ellos.
Sin ánimo de ser repetitivo, quiero dejar claro que son niños, mejores o peores, pero lo único que quieren es disfrutar de una pasión, EL FÚTBOL. Espero que tras la publicación de este artículo, el CLUB se ponga a trabajar para la mejora, corrección y solución de todos los problemas aquí expresados y que tan necesarios son para que los niños puedan disfrutar completamente y con seguridad de este deporte que a todos tanto nos gusta.