Radamel Falcao: “Mi sueño es darle a los rayistas muchos goles y alegrías”
Falcao fue presentado con la camiseta franjirroja en un acto marcado por la división entre afición y directiva en el que el mensaje fue claro: Falcao sí, Presa no.
Todos miraban a la barriada. Por fin, con el 3 a la espalda, el colombiano Radamel Falcao pisó el césped del Campo de fútbol de Vallecas con la elástica franjirroja. Con puertas abiertas, el público aprovechó el acto para recriminar, nuevamente, la absurda dirección de Raúl Martín Presa en un día en el que el esperpento de la venta de entradas había copado la primera plana de la actualidad rayista. La afición que asistió a la puesta de corto de su delantero estrella fue clara y evidenció la fractura social existente en Vallecas desde hace varias temporadas. Incluso varias banderas de Colombia aparecían con la consigna escrita. La conclusión fue tan rotunda como unánime: “¡Falcao sí, Presa no!”. Ni siquiera pudo apenas pronunciar un par de frases el presidente del conjunto rayista. La pitada y la bulla lo impedían.
El que sí habló fue Radamel Falcao, al que, no obstante, se le pudo ver algo incómodo dada la tensión entre el público y la directiva. Lo que ocurre en este club, por mucho que te lo expliquen, y lo habrán hecho, no se comprende hasta que se vive. Su familia, con la que se fotografiaría el astro a la conclusión del evento, presenciaba la presentación sobre el césped, a unos metros, mientras el ariete, al que Presa volvió a calificar como “uno de los mejores rematadores de la historia del fútbol”, agradecía a las partes su predisposición para el fichaje. No faltó un agradecimiento especial para su amigo Mario Suárez por perseverar en su fichaje y hacia el lateral izquierdo franjirrojo, Fran García, que cedió el número 3 para que lo portase el Tigre a su aterrizaje. Fue el propio delantero el que explicó su emotivo significado, una copla a la memoria de su padre, defensa central que portó ese dorsal en su etapa como futbolista.
“Estoy muy feliz de estar en esta institución. Es un orgullo para mí y para toda mi familia. Prometo dar lo mejor de mí, jugar con el corazón y, ojalá Dios lo permita, muchísimos goles”. Así se presentaba el tigre Falcao ante la que es ya su nueva afición, que lo vitoreaba al terminar su discurso. “Me encuentro bien, aproveché los últimos meses para trabajar físicamente. Necesito continuidad”, aseguraba, cuando, ya en rueda de prensa, era preguntado por su estado físico y la motivación para fichar por el conjunto de Iraola. Con el Mundial de Qatar a la vuelta de la esquina, la posibilidad de sumar muchos minutos y convertirse en el delantero centro titular y estrella de un conjunto de Primera División fue uno de los principales alicientes para que un jugador de ese calibre terminase en un club tan alejado de su aura y figura.
No quiso, en cambio, quedar por encima de ninguno de sus compañeros. “Me he encontrado una plantilla con hambre y mucha calidad”, respondía a la prensa colombiana en una videoconferencia internacional. “Hay jugadores fantásticos en el Rayo Vallecano y ojalá aspiremos a algo más que la permanencia”, sugería el jugador de Santa Marta.
Una presentación que no olvidará el jugador internacional, que, seguro, tendrá tiempo de sentir el cariño de una afición que valora mucho el alcance de su figura. Por eso, quizás, consciente de ello, y todo carisma, antes de culminar con el acto, no dejó de entregar balones firmados y autógrafos a los presentes en la grada para finalizar su intervención con una frase rotunda que, desde ya, se gana el corazón de todo un pueblo: “Mi sueño es darle a los rayistas muchos goles y alegrías”. Ojalá así sea, ojalá Vallekas escuche al tigre rugir como solo él sabe.