Carlos Álvarez Fueyo, fisioterapeuta del Juvenil A del Rayo Vallecano nos relata su ‘Diario de la Copa de Campeones 2015’. Este equipo continúa haciendo historia.
Domingo 3 de Mayo de 2015
Después de tantos meses trabajando, y tras conseguir el campeonato de Liga en el minuto 92, se acercaba cada vez más el día de la salida hacia la tan ansiada Copa de Campeones. Muchos preparativos durante toda la semana. Estábamos citados en la Ciudad Deportiva a las 7:50 para emprender rumbo hacia Almuñécar (Granada).
El día no comenzó de la mejor manera posible. Mi madre me comunicaba la triste noticia del fallecimiento de mi abuelo, una persona a la que quiero y admiro. A él le agradezco que me haya gustado tanto el fútbol. Por ello, tras meditarlo, decido emprender viaje con el resto de la expedición porque sé que a él le hubiese gustado que estuviese aquí. Como buen periodista deportivo que era, este diario de la Copa de Campeones será el homenaje que le daré.
Emprendemos viaje con el ‘Air Force One’, como hemos bautizado al autobús del primer equipo. Considero que ha sido un gran gesto del club para premiar la gran temporada de los jugadores.
Sobre las 11 de la mañana hacemos una parada en Despeñaperros para coger fuerzas. La gente empieza a despertarse y vibramos con la narración del partido del primer equipo, una pena que no haya podido conseguirse la victoria para poder soñar con algo más.
A las 14:15 llegamos al hotel Bahía Tropical, el cual compartiremos con Villarreal, Real Sociedad y nuestro primer rival, el Málaga. Dejamos las cosas en recepción y nos dirigimos al comedor. Tras terminar la comida, el cuerpo técnico da libre a los jugadores para descansar hasta las 16:50, hora a la que partiremos hacia La Herradura, donde realizaremos un entrenamiento antes del partido de mañana.
Con la hora de partida, aparece la primera anécdota del viaje, y el blanco de las bromas soy yo. Pensando en que la hora de la convocatoria era a las 17:00, empiezan a llamarme y a escribirme por WhatsApp que dónde estoy… y yo tan tranquilo. Les digo que en la habitación. Carrerita al bus y aplausos a la entrada.
El entrenamiento empieza a las 17:45 y dura aproximadamente una hora. Ambiente distendido y ganas de empezar a competir.
Llegamos al hotel y, antes de la cena, el cuerpo técnico se reúne por líneas con los jugadores para enseñarles algún vídeo de cara al partido de mañana.
A las 21:00 camino del comedor para reponer fuerzas. Posteriormente damos un paseo por los alrededores del hotel y cada uno a sus habitaciones para descansar.
Alrededor de las 22:30 empieza mi trabajo, varios jugadores se pasan por mi habitación para soltar piernas y estirar. Los chicos están a tope y ansiosos por que lleguen las cinco de la tarde para enfrentarse a Málaga, primer rival en esta Copa de Campeones.
Mañana más y mejor.
¡HASTA SIEMPRE ABUELO!
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