La afición rayista se manifiesta en el conflicto que mantiene abierto el Rayo Vallecano con Natalia Pablos a través de un comunicado firmado por todos los grupos y peñas rayistas.
En la tarde del lunes 30 de julio, el Rayo Vallecano Femenino arrancaba la pretemporada con el primer entrenamiento veraniego en la «City». Entre las jugadoras citadas, había una que fue a la sesión de forma forzada: Natalia Pablos. La voluntad de la delantera y leyenda rayista era haber dejado la práctica del fútbol al acabar la temporada 2017/2018, pero el club le obliga a cumplir el contrato que firmó a volver a Vallecas, el cual vence en 2020, o a que abone una desmesurada claúsula de rescisión. Al consumarse la infamia, las fuerzas vivas de la afición franjirroja quieren mostrar su apoyo a Natalia a través del siguiente comunicado:
«Una vez más, el rayismo se siente avergonzado y ultrajado por los desmanes y desvaríos del que es, muy a nuestro pesar, máximo accionista de la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano. Incapaz de dar una a derechas desde hace siete años, a los ya habituales episodios de torpeza, dejadez e incompetencia ha sumado un nuevo ejercicio de mala fe y falta de respeto hacia uno de los mayores símbolos de la historia del club: Natalia Pablos. El egocentrismo de Raúl Martín Presa, sustentado en una flagrante minusvalía emocional y afianzado desde hace años por el despreciable peloteo de la pandilla de palmeros revolotean a su alrededor con el único fin de vampirizar al club, ha superado todos los límites establecidos al impedir retirarse de la práctica activa del fútbol a la que fue, es y será mejor jugadora de la historia del Rayo Femenino.
En Vallecas existe una ley no escrita que obliga a respetar nuestros símbolos y emblemas, como ha sido nuestra constante lucha por recuperar nuestro escudo de la ADRV. El máximo accionista nada tiene que ver con esto, porque nunca entendió nada de nada. Natalia Pablos es uno de esos emblemas de la Franja, que por méritos propios se ha ganado ser un sitio en nuestro particular olimpo rayista. En 2016, Natalia decidió volver a vestir la franja de sus amores rechazando ofertas mucho más suculentas que cualquier otra futbolista hubiera aceptado con los ojos cerrados. Atrás quedaban dos ascensos, tres campeonatos de Liga, uno de Copa, tres trofeos de máxima goleadora y el estatus de leyenda en activo tanto del Rayo Vallecano como del deporte femenino.
Pese a que su nuevo contrato expiraba en 2020, Natalia decidió retirarse al final de esta última temporada para dedicarse a su trabajo de profesora, algo que comunicó al club con antelación más que de sobra. Desgraciadamente, en ese 13 Rúe del Percebe que es el Rayo Vallecano de Madrid, SAD, donde la comunicación no fluye especialmente bien, la decisión no sentó nada bien y el club, tras humillarla innecesariamente a través de los medios de comunicación afirmando que “nadie le puso una pistola en la cabeza” a la hora firmar el contrato, ha cumplido su amenaza de obligarla a renunciar a su retirada -con todos los perjuicios laborales que eso va le a conllevar- a menos que pague una cláusula absurda y desproporcionada de 250.000 euros. Lo que debería haber sido una despedida gloriosa a una auténtica leyenda del club se ha convertido en un nuevo sainete con tintes dramáticos en el que los malos modos, los métodos de extorsión más cutres y la más absoluta falta de sentido común han echado por tierra un más que merecido homenaje.
Es indignante y lamentable que una de las nuestras tenga que sufrir este tipo de comportamientos bravucones de manos de un tipo que está por Vallecas de paso y que, paradójicamente, no destaca precisamente ni por su valentía, ni por su astucia, ni por su brillantez a la hora de gestionar ningún tipo de negocio.
Desde todos los estamentos de la afición (Plataforma ADRV, Federación de Peñas, Peñas independientes y Accionistas ADRV) exigimos que el club conceda inmediatamente la carta de libertad a Natalia Pablos para que pueda proseguir con su vida y lograr otras metas que van mucho más allá del fútbol.
Raúl Martín Presa, no queremos chapotear contigo en ese charco de vergüenza e inmundicia del que eres incapaz de salir desde que llegaste a Vallecas.»