El Rayo remonta en Ipurúa tras un mal comienzo y toca la permanencia con gol de Bueno y Manuchazo incluido.
Mucho significado tenía para el Rayo Vallecano eso de ir en Viernes Santo a Ipurúa, un lugar que le sabía demasiado a penitencia. Recuerdos y sentimientos encontrados a los que había que mirar a los ojos para, esta vez sí, conseguir la victoria y colocarse con 38 puntos. Entre los elegidos de Jémez no hubo demasiadas sorpresas, ya avisó el técnico de que Manucho sería el hombre más adelantado y de que Cristian Álvarez no se movería de los tres palos. Empezó el Eibar dominando y creando peligro, cinco minutos le bastaron a Capa para tener la primera del partido, pero Abdoulaye Ba llegó esta vez a su hora a la cita y evitó el tanto local. Del dominio de los de Garitano se pasó al equilibrio; y el Rayo empezó a ganar terreno sobre el césped ante un Eibar que intentaba aprovecharse de las contras. Sería con un penalti convertido por Arruabarrena como llegaría el primer gol tras un derribo del guardameta rayista a Piovaccari. Poco duró la alegría local, en dos minutos de reloj el Rayo remontó con testarazos de Bueno y Manucho. El primero de ellos nació de un control en el área de Gaël Kakuta, que le sirvió a Tito para ponérsela más tarde al pichichi de la franja. El “manuchazo” fue fruto de una asistencia del intratable Adrián Embarba, que dio lo mejor de sí durante todo el choque. A pesar del tanto, el angoleño perdonó demasiado durante la segunda mitad, ya que tuvo ocasiones clarísimas.
Con este resultado, ambos equipos buscaron desesperadamente el gol; y si el nueve rayista fue el que más perdonó de los suyos, Manu del Moral jugó ese rol entre los armeros. Abdoulaye Ba, firme en su puesto, pudo poner el 1-3; de nuevo de cabeza, tras una jugada a balón parado. El colegiado vio un más que dudoso fuera de juego y el tanto quedó anulado. Con el paso de los minutos, la tensión iba en aumento y fueron dos los cambios que Paco Jémez tuvo que hacer obligado por las molestias de Zé Castro y Baena; a los vallecanos les costó caro el asalto a Ipurúa, no solo por las posibles lesiones, sino por el estado de nervios de sus aficionados. El Eibar apretó en los últimos minutos, tanto que se quedó con 10; y Tito y Cristian Álvarez tuvieron que vestirse de salvadores para evitar que los locales puntuaran. Demasiada pasión y sufrimiento en 94 minutos que tuvo como recompensa esta tercera victoria consecutiva, que consolida la resurrección de un Rayo con una mentalidad fuerte; y empieza a meter al Eibar en aprietos que en los últimos 11 partidos tan solo ha sumado un punto.
Marian Lucendo
(Foto: Mundo Deportivo)
FICHA TÉCNICA
Alineaciones:
Rayo Vallecano: Cristian Álvarez, Tito, Zé Castro (Morcillo, 82′), Abdoulaye Ba, Insúa (Nacho, 38′), Jozabed, Baena (Fatau, 61′), Kakuta, Embarba, Bueno y Manucho.
SD Eibar: Jaime, Bóveda, Añibarro, Capa (Manu del Moral, 65′), Errasti (Javi Lara, 65′), Arruabarrena (Lekic, 75′), Dani García, Didac Vila, Piovaccari, Saúl Berjón y Raúl Navas.
Goles: 1-0 Arruabarrena p (35′), 1-1 Bueno (40′), 1-2 Manucho (42′)
Tarjetas: El colegiado mostró cartulina amarilla a: Cristian Álvarez, Manucho, Piovaccari, Añibarro, Tito y Didac Vila. Cartulina roja para Raúl Navas.
Asistencia: 5000 espectadores.
