Cedido por el Udinese, el chileno llega al Rayo con la intención de jugar lo máximo posible y conseguir el objetivo de la permanencia
Manuel Rolando Iturra (Temuco, La Araucanía, Chile; 23 de junio de 1984) es un viejo conocedor de la Liga española, su uso y sus costumbres. También es conocedor del Rayo, aunque no haya sido hasta ahora, a sus 31 años, cuando se ha enfundado la camiseta con la franja roja cruzada. Coincidió con Iván Amaya en la temporada 2011-2012 en las filas del Real Murcia y por aquel entonces quién le iba a decir dónde acabaría. Poco después, el camino le puso en medio a otros dos rayistas confesos: Piti, con quien compartió dos cursos, y Lass Bangoura, la pasada temporada, en el Granada.
A punto de rozar la veintena de partidos disputados esta temporada en el Calcio, Iturra decidió abandonar el Udinese para suplir la baja de Cissé en el mediocentro del campo. Jémez, que afirma no pedir pero sí opinar, necesitaba un centrocampista dinámico, con capacidad de ocupar la mayor parte de terreno posible para evitar que el rival llegue a la línea defensiva cargado de dinamita. E Iturra para eso parece ser el adecuado.
Llega cedido al Rayo Vallecano por el equipo italiano con el tiempo contado, es decir, hasta final de temporada, y ya se ha puesto las pilas: entrenamiento con el grupo -viene en forma-, y sesión extra de estudio. Sabe que el entrenador no le va a quitar el ojo de encima y tiene que ‘hincar codos’ para ganarse un puesto en el esquema. De momento, conoce bien el primer mandamiento del jemecismo: el balón, jugado desde atrás.
– ¿Qué es lo que esperas al llegar al Rayo Vallecano?
Espero aportar lo máximo posible, tener el mayor número de minutos posibles y, sobre todo, que al equipo le vaya espectacular.
– Has comentado que Paco Jémez te ha mandado ‘deberes’, pero ¿qué es exactamente lo que te pide?
Sabemos que esto es un juego de equipo, por lo que no me ha pedido nada concreto. Pero sí me ha mandado ver unos vídeos para fijarme en cómo se mueven los centrocampistas, cómo se mueven mis compañeros, la idea de sacar el balón jugado desde atrás y todo lo que eso implica de la filosofía que él trata de implantar en el equipo.
– También has bromeado con Piti, que te persigue porque sabe quién corre por él. ¿Crees que en el Rayo también irán todos los balones a él?
Si estamos los dos juntos en el campo, sí. Todos sabemos la calidad que tiene, que aquí es un ídolo. Es un jugador que piensa diferente a los demás y que te puede desequilibrar los partidos en cualquier momento… y los balones tienen que pasar siempre por esos jugadores.
– Así creo que ya el tema de la salvación está superado, ¿no? ¿Podemos creer en ello?
Sí, obviamente ese es uno de los objetivos que tiene el equipo. Es un objetivo difícil porque es una liga muy competitiva, pero siempre se puede aspirar a un poco más. Creo que hay equipo para estar aspirando no sólo a la salvación, así que ojalá que eso lo podamos obtener lo antes posible.
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