No estuvimos a la altura

10/04/2023
No estuvimos a la altura

El Rayo Vallecano B cayó en su visita al filial del Fuenlabrada, un rival directo en la lucha por la permanencia.

Duelo de urgencias el vivido en el día de ayer en Moraleja de Enmedio. Por un lado, el equipo local tenía ante sí la oportunidad de aferrarse a una salvación que se antoja más que complicada y seguir con vida una jornada más. El filial franjirrojo, por su parte, podía eliminar a un rival en la ecuación de la pelea por salvar la categoría y poner tierra de por medio con la zona baja de la clasificación.

Tras lo sucedido a lo largo de los 90 minutos, a nadie puede extrañar que ambos equipos ocupen los puestos en la tabla que ocupan tras 28 jornadas de liga. Dos conjuntos en los que los errores destacan sobre los escasos aciertos y donde la creación de fútbol brilla por su ausencia. El encuentro tuvo tres goles, pero perfectamente pudo ser un partido que finalizara con empate a cero en el marcador, siendo los goles más achacables a deméritos del contrario, que acierto propio de cara a la portería contraria. De hecho, dos de los tantos se marcaron sobre la bocina y desde el punto de penalti.

Al final, cuando estás en una situación de necesidad casi extrema, como es el caso del Fuenlabrada (CDE Madrid 2021), a falta de buen fútbol, le tienes que meter intensidad y ganas al partido, cosas de las que adoleció el filial franjirrojo en buena parte del mismo.

Iván Amaya tenía las bajas sensibles de Pablo Muñoz (sanción) y Diego Méndez (lesión), dos de los motores de la sala de máquinas de este equipo. Tal y como el propio míster comentó al final del equipo, son dos futbolistas muy importantes para este equipo y su ausencia se notó mucho.

El Rayo comenzó el choque intentando buscar las internadas por banda de Manzano y los balones largos a Ilies y Losada, tratando de jugar un fútbol vertical que no fructificaba porque, pese a ganar en alguna ocasión la línea de fondo, no encontraba rematador en el área para finalizar la jugada. El juego del Fuenlabrada pasaba también por tratar de hacerse fuerte atrás y buscar alguna contra o balón a sus puntas para sorprender al filial. Esto sucedió en el primer cuarto de partido, con un ataque en el que los fuenlabreños estuvieron varios minutos instalados en el área rayista, con Pantoja haciendo una primera parada de mérito, pero sin poder hacer nada para evitar el gol de Iker Liaño, que hizo el 1-0 por perseverancia local.

El gol hizo espabilar al Rayo, que en apenas cinco minutos tuvo más llegada al área rival que en los primeros 20 de juego. Primero iba a ser una jugada en la que se pidió penalti (en las imágenes posteriores así lo parece) a Manzano, que recortó a su par dentro del área y el defensor fuenlabreño le derribaba. La colegiada no vio nada en una jugada que se repetiría en la segunda mitad y entonces si consideró que había pena máxima. Apenas dos minutos después, Nico, el guardameta local, no acertó a blocar bien un balón aéreo, quedando suelto a los pies de Ilies, pero al delantero rayista se le hizo de noche y su disparo dio en el propio cuerpo del cancerbero. Ayer no iba a ser el día del 19 de la Franja, que estuvo más pendiente de batallar con los centrales y el linier, que de buscar el gol en el área, lo que le costó ser uno de los primeros dos cambios.

Vere y Bolo tuvieron una doble ocasión en estos minutos de asedio rayista a la portería local y con ellas finalizó todo el ataque franjirrojo en la primera mitad. Los últimos 20 minutos fueron de desquicie, protestas y voces continuas a una colegiada que el partido y lo que en él había en juego, le sobrepasó en ciertas fases del mismo. En apenas 15 minutos, hasta cuatro jugadores rayistas vieron la cartulina amarilla, tres de ellas por protestas ante ciertas decisiones arbitrales. Está locura colectiva que se instaló en las filas del equipo rayista no supo aprovecharla el filial fuenlabreño, pareciendo dar por buena esa escasa renta de 1-0 al descanso.

La segunda mitad comenzó con acercamientos de ambos equipos a la portería rival, lo que nos hacía albergar esperanzas de ver un poquito más de fútbol, pero se quedó en un simple espejismo. Ambos equipos fueron introduciendo cambios progresivamente en los segundos 45 minutos, algo que a efectos prácticos no dio el resultado deseado. Es cierto que el Rayo tuvo algo más de control de balón, pero no se tradujo en ocasiones de peligro hasta prácticamente el cierre del partido.

Los últimos minutos de partido nos iban a deparar un final bastante inesperado. En el minuto 88, Álvaro, defensor del Fuenlabrada, derribaba a Manzano en el área local, señalando la colegiada el punto de penalti ante las protestas de los jugadores del filial fuenlabreño. El penalti había sido tan claro como innecesario. Kevin fue el encargado de lanzarlo, engañando al portero y poniendo el que parecía definitivo empate a un gol. El gol dio un chute de energía al Rayo y quiso buscar un segundo gol para certificar la permanencia en un altísimo porcentaje, pero la busqueda fue con más corazón que cabeza y orden. Cumplido el tiempo reglamentario y con un punto que podría considerarse un buen botín, lo lógico era que el partido ya languideciese sin que sucediera nada en absoluto. Pero una vez más, y ya son unas cuantas en la temporada, un error más propio de prebenjamines que de futbolistas que quieren ser profesionales, dio como resultado un penalti a favor del equipo local. Ni los propios aficionados fuenlabreños podían creer lo que estaba sucediendo. Antes de que se lanzara la pena máxima, la colegiada tuvo tiempo de expulsar a Manzano, mostrándole dos cartulinas amarillas en un lapsus de medio minuto. De este modo, el futbolista rayista culminaba una acción que había iniciado con su pérdida del balón, habiendo cometido además el penalti. Ver la tarjeta roja, a buen seguro, hace que se le haya acabado la temporada y cumpla un mínimo de sanción de dos partidos por la expulsión. Con lo que se juega el equipo, hay que intentar mantener la cabeza fría y ser consciente de la importancia de lo que viene en las dos próximas jornadas. Aunque fue Espe el primero en coger el balón para chutar el penalti, finalmente sería Iker Liaño el encargado de golpear y materializar la pena máxima, lo que ponía el definitivo 2-1 para el conjunto fuenlabreño.

Nueva derrota de un filial que no está sabiendo sumar puntos lejos de Vallecas, lo que está haciendo que lleguemos a las dos últimas jornadas con la incertidumbre de la salvación y la amenaza de los puestos de descenso y los famosos arrastres, planeando sobre Vallecas

La próxima final es el domingo a las 11:30 en la City frente a otro filial, el Getafe B.