Estando aún en plena resaca de la locura vivida el pasado lunes en el Estadio de Vallecas, llega una nueva jornada de liga. Repetimos partido como local y el rival será en esta ocasión el Real Club Celta de Vigo.
En las últimas 48 horas se ha escuchado hablar del Rayito Matagigantes, del Puto Rayo, de la distancia que nos separa de los puestos europeos, de los jugadores a los que Luis Enrique debería llamar para el Mundial de la vergüenza. Es decir, llevamos dos días lanzando mensajes de euforia y hablando muy en positivo de este equipo, algo que no es para menos a tenor de la temporada tan brillante que está realizando el equipo dirigido por el Komandante Iraola. Pero conviene ser prudentes y no menospreciar a un rival como el Celta, por muy mal que llegue a este partido. Solo hay que echar la mirada atrás para ver que los rivales que peor se nos han dado son los que, teóricamente, atravesaban una racha negativa.
No sé si catalogar el partido como una final para el Celta, pero sí muy importante en lo anímico y en lo clasificatorio, ya que en caso de perder quedaría muy tocado en ambos aspectos. Por su parte, una victoria del Rayo haría llegar al parón liguero con 24 puntos, uno más que el año pasado a estas alturas de liga y después de habernos enfrentado a los tres teóricos cocos de la competición (sumando 5 de 9 puntos posibles). Además, alcanzaríamos el sexto partido consecutivo sin conocer la derrota, lo que sería la mejor racha sin perder desde que el técnico vasco ocupa el banquillo del Rayo Vallecano. Curiosamente, mañana no estará en ese banquillo, al haber sido suspendido con dos encuentros tras la rigurosísima expulsión en el derbi. Será el turno de ver en acción a Íñigo Pérez.
El Rayo afronta el choque sin bajas, recuperando a Nteka y valorando el once inicial en función del cansancio y la forma en la que llegan, tal y como ha comentado Iraola en la rueda de prensa previa.
El Celta llega a Vallecas con la duda de Iago Aspas de cara al once inicial. Conociendo al de Moaña, muy mal tendría que estar para no ser de la partida. El de mañana será el segundo partido para Carlos Carvalhal que ha tomado el relevo de Coudet en el banquillo celeste. Su debut se saldó con derrota en casa por 1-2 frente al CA Osasuna. En función de cómo se vayan dando los resultados de la tarde noche de hoy, los vigueses podrían salir del descenso y tomar un poco de aire.
Desde las 19:00 horas rodará el balón sobre el tapete del Estadio de Vallecas, en el que será el último partido oficial del 2022 como local. Será muy importante que Vallecas vuelva a rugir como ya hizo el pasado lunes, pues de ser así nuestras opciones de triunfo se multiplican por un millón.
