Me llamo Mario y vivo en Bizkaia. Aquí lo sencillo es ser del Athletic o de los dos grandes, pero yo soy el raro del pueblo como dice alguno.
Tengo 32 años y mi historia comienza muchos años atrás. Empecé a aficionarme al fútbol gracias a mi padre. Él es culé a muerte y me veía los partidos del Barça con él y me decía «hazte del Barcelona como tu padre». En cambio, tanto mi familia como la mayoría del colegio eran del Athletic y me decían «el Athletic es el mejor y además no tiene extranjeros».
Continuando con mis padres ninguno de los dos es vasco. Él es de Cáceres y mi madre abulense. En el pueblo de mi madre fue donde conocí al Rayo Vallecano. Yo muy inocente solo conocía al Barcelona al Madrid y al Athletic, pero al llegar todos los veranos al pueblo veía cierta gente, cierta minoría con camisetas blancas con una franja roja y yo pregunté esos quiénes son. Y me explicaron que era el Rayo. Que había una minoría en Madrid que era de ese equipo pero que nunca ganaba nada. Pues yo dije quiero ser de esos y con la edad empecé a entender cada vez más qué es el Rayo y qué es Vallecas. Cada vez me sentía más identificado con el club y con los valores de su afición así hasta el día de hoy.
Me da igual que no ganen títulos que no sea el equipo de mi ciudad o región, pero es el club que me representa como persona.
Siempre que puedo acudo a verles e intento ir a Vallecas aunque los aficionados de lejos lo tenemos más difícil que los locales, que ya de por sí lo tienen complicado. Intento participar en todo lo que organiza la afición y me encanta poder acudir a la Carrera del Rayismo a practicar uno de mis hobbies.
El Rayo y Vallecas son mi equipo y son mi vida. Me ha dado grandes momentos y sobre todo grandes personas que se han portado de cine conmigo y los míos y que no olvidare jamás
Texto: Mario Bernal Familiar
