Va por ti, Juanpe

03/09/2023
Va por ti, Juanpe

El Juvenil A debuta en liga está temporada sumando tres puntos sobre la bocina, en un partido que mereció ganar en los 90 minutos , pero que hubo que esperar al 95 para saborear el triunfo.

Los 90 minutos de un partido son un conjunto de circunstancias que, unas veces hacen que logres la victoria y, otra veces te lleven a la derrota. Lo bonito de este deporte es que no es una ciencia exacta en la que puedas predecir el resultado final de un partido. El desarrollo del encuentro de hoy lo vivimos la temporada pasada en repetidas ocasiones con el Juvenil B y, por desgracia, un partido que merecía el equipo ganar, terminaba perdiendo por detalles como penaltis infantiles o expulsiones más que rigurosas. Hoy, sin embargo, la moneda ha caído cara y nos hemos hecho con una victoria cuando todo apuntaba a un injusto reparto de puntos. ¿Qué es lo que ha cambiado? Unos dirán que esa dosis de suerte que tanto echamos de menos la temporada pasada, otros queremos pensar que el equipo hoy jugaba con 12 y alguien desde ahí arriba ha empujado para que Revuelto cabeceara ese balón a la red.

Y es que hoy todos los expertos en meteorología desaconsejaban ir a la City bajo amenaza de diluvio, pero el corazón pedía estar con los nuestros en su estreno liguero, desafiando a cualquier Dana o tormenta. Si ya de por sí iba a ser jodido ver la pasarela vacía de la figura de nuestro eterno Juanpe, minutos antes de empezar el partido nos comentaban el homenaje que el equipo tenía preparado en su recuerdo. La plantilla y el cuerpo técnico saltaban al terreno de juego con una camiseta en la que se podía leer «Gracias por tanto Juanpe», guardando un minuto de silencio antes de que el balón echara a rodar.

Con 7 futbolistas del Juvenil B de la temporada pasada, dos jugadores que repiten del Juvenil A de Mario Otero (Samu Becerra y Marco), la presencia de Guti, futbolista que sube de Juvenil C y una sola cara nueva de las incorporaciones (Marcos Tallon), así formaba de inicio eso Rayo Vallecano, que recibía al recién ascendido Mérida. A la historia ha pasado ya esa fama de equipos flojos los conjuntos que se estrenan en División de Honor y lo hemos podido comprobar con el equipo extremeño. Muy ordenados en defensa, presionando muy encima al Rayo Vallecano cuando tenía el balón y sin hacer concesiones en campo propio, el Mérida no quería ser la víctima propiciatoria en una mañana de homenajes franjirrojos. Con una mañana en la que la lluvia decidió dar una tregua durante los 90 minutos, el Rayo Vallecano llevaba el control del partido y al cuarto de hora sería Asensio el que pudo abrir el marcador tras una buena asistencia de Parri. Prácticamente después, iba a ser Guti el que tuvo muy cerca el primer tanto del partido con un remate de espuela nada sencillo, que se fue lamiendo el palo. Con Adrián, el portero rayista, de los espectador de lujo, los nuestros gozaron de una última ocasión con un lanzamiento de Tallon que se marchó fuera también.

Por delante nos quedaba una segunda parte en la que lograr derribar el muro defensivo extremeño, algo que se ha empezaba a antojar complicado pese a la insistencia en ataque, sobre todo, de un Samu Becerra que se movía entre líneas y buscaba estrenarse en liga. Asistimos a 40 minutos de dominio franjirrojo en los que el marcador no quería moverse y la gente empezaba a dar ya por definitivas las tablas entre ambos equipos. Pero el partido nos tenía preparados 10 minutos finales de auténtica locura en los que sucedió todo lo interesante del choque.

En el minuto 88 Víctor Martín recogía un balón al borde del área y tras un recorte armaba la pierna, sacándose un trallazo que se iba a estrellar en la madera de la portería rival. El rechace le llegaba a Asensio que iba a para el tiempo al borde del área pequeña, dándole pausa y haciendo un quiebro que puso el alma en un puño a los allí congregados, con una tranquilidad pasmosa marcaba el 1-0 para los nuestros. Un gol en el minuto 88 es sinónimo de tres puntos, salvo que seas el Rayo Vallecano y hayas sido testigo en multitud de ocasiones de partidos que se han escapado en el descuento.

Con el marcador en contra y con el tiempo prácticamente cumplido, el Mérida se encontraba un escenario de partido desconocido hasta entonces. Tocaba dar un paso adelante y buscar la portería contraria, algo que apenas había hecho a lo largo del partido. Fruto de este intento de pisar área contraria, consiguió forzar un saque de esquina que trajo consigo el empate del conjunto extremeño, tras un cabezazo que a priori no parecía conllevar excesivo peligro, pero que la zaga rayista no fue capaz de despejar, convirtiéndose un el 1-1. El Mérida igualaba en el minuto 90 y el colegiado decretaba 7 minutos más de añadido en la segunda parte. Con un Rayo volcado, jugando con defensa de tres, el equipo acumuló tres ocasiones consecutivas en las que el portero rival fue el gran protagonista al conseguir sacarle a David Rodríguez y a Mico dos balones que iban camino de convertirse en el 2-1. Revuelto iba a tener una ocasión clamorosa tras un caramelito de Parri en forma de saque de falta, pero el cabezazo del central se iba desviado al no conseguir conectarlo correctamente. Es una de esas jugadas que Víctor no suele perdonar y lo demostró instantes después cabeceando a gol un gran servicio tras un gran centro por banda derecha, desatando la locura en la pasarela, banquillo y terreno de juego.

Después del gol rayista, no había tiempo para nada más y el colegiado decretaba el final del partido con estreno victorioso del Juvenil A del Rayo Vallecano. Un gol en el minuto 95 casi milagroso y con esa cierta ayuda divina que comentaba al principio de la crónica. Si a lo largo del partido la lluvia nos respetó, fue pitar el árbitro el final y ponerse a diluviar sobre la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. ¿Otra señal de nuestro añorado Juan Pedro? Pues habrá quién crea y quién no, pero quiero imaginarle con una inmensa sonrisa diciendo «como sufrimos, Alber». Va por ti, amigo, como todas las que vengan a partir de hoy.