El décimo barrio de Vallecas

Gotemburgo será ya una más de aquellas chinchetas que los rayistas comenzamos a poner en el mapa de Europa hace 25 años. Moscú, Vitoria, Andorra, Burdeos, Molde y Viborg fueron testigos del paso del Matagigantes por el viejo continente.

Siendo el Rayo Vallecano un club tan atípico, no podía tener una previa europea al uso y si ya un posible viaje a las exóticas Islas Feroe nos parecía algo random, el destino iba a pegar un nuevo giro de tuerca para hacer que el rival fuese el Neman Grodno, un equipo bielorruso que jugaba sus partidos europeos exiliado (esto nos suena cercano con nuestros equipos de cantera) en la ciudad de Szeged, Hungría. Un partido de ida a puerta cerrada en el que no pudo haber presencia de hinchas rayistas, puesto que el partido se disputó a puerta cerrada. Y salvo los gritos de David Manchester, brecha mediante, el ambiente lo puso el sonido de la fuerte lluvia que cayó aquel día.

No haber pasado esa previa hubiese sido una tragedia, ya no solo deportivamente hablando, sino desde el punto de vista social. Hay centenares de rayistas que no pudieron viajar con el Rayo por Europa por innumerables circunstancias. Un servidor fue uno de esos que se quedó en tierra. Con poco más de 20 años, y estudiando y trabajando a la vez, salir de las fronteras nacionales era una verdadera utopía por aquel entonces. Mentiría si dijera que había perdido la esperanza de poder hacerlo algún día. Pero también mentiría si dijera que esas esperanzas de hacerlo eran realmente altas.

Hoy no podré cumplir ese viejo anhelo, pero sí lo van a hacer más de 400 valientes que llevan toda la semana desembarcando en Gotemburgo a cuentagotas. 25 años después, no estará Michel para liderar la orquesta franjirroja (ni siquiera habrá Franja), pero habrá otro ocho en Suecia que, tal vez, no podría sospechar allá por 2010 que terminaría llevando a su familia por Europa a bordo del Santa Inés. La varita mágica de Luis Cembranos y los goles de la doble B (Bolo y Bolic) hoy es Álvaro García su poseedor. Lejeune se ha ganado con creces el honor de suceder a Ramón de Quintana como el jefe supremo de la retaguardia vallecana. Y si todavía recordamos el coraje y el pundonor de Helder, el portugués de los tres pulmones, no le va a la zaga el señor que ha puesto Ajofrín en el mapa del mundo futbolístico, nuestro Óscar Valentín.

Cuando enfoque la televisión de pago a la grada rayista, veremos multitud de rostros conocidos y compartiremos la emoción de verles en un lugar al que llevábamos 25 años esperando volver. Los Alameda han pasado de hacer turismo sueco recorriendo los pasillos del IKEA del Centro Comercial La Gavia a compartir cervezas en el centro de Gotemburgo. ¿Se os ocurre un mejor plan que el de compartir estos momentos entre padre e hijo? Eso mismo pensaron Javi e Iván, que si hace años eran estrellas de YouTube viajando y cantando por municipios inhóspitos de aquella Segunda B, ahora merecían volar por Europa juntos y llevarse con ellos a Sergio, el pequeño de la familia. Obviamente, Ana, la matriarca, no ha querido dejarlos solos en semejante aventura, que ya avisaba José Luis López Vázquez del peligro de las suecas (igual eran las alemanas, pero es perfectamente válido). Otros de los que se han animado a viajar en familia son los Rodríguez Rey. A primeros de septiembre, este viaje era una auténtica incógnita por fechas de vacaciones, por colegios de los niños. Un mes y medio después y vía Portugal, David, Fátima, Manu y María están en Suecia con un equipaje que emula a la Piquer y el sueño de ver al Rayo logrando los primeros tres puntos fuera de casa en Conference.

Otros de los que se han animado a hacer el viaje en familia son los Herrero, Óscar y Nacho. Conduciendo de madrugada y volando desde Alicante a unas horas en las que Miguelito empieza a plantearse si ya es hora de acostarse. El plano televisivo de Movistar no estaría completo si Óscar no estuviera en esa grada visitante y Nacho tenía muy claro que quería vivir la experiencia de contar un partido europeo del Rayo Vallecano a través de la radio (Pasión por el Rayo Radio). Después de partidos ligueros, semifinales de Copa o ascensos del filial, había que marcar un nuevo check verde en su cuaderno radiofónico. Todo ese rayismo que hoy esté en las gradas del Gamla Ullevi tendrá detrás una historia que contar y digna de ser contada. Pero, tal vez, todos los que allí estén y los que lo veamos en nuestras casas o en los bares con los colegas, tengamos muy presente a nuestro Antonio, representado hoy en Suecia por su Lolita y su fiel escudera, Blanca. Hace bien poco, Lola y Blanca explicaban en la televisión pública de Ayuso que van a cumplir el deseo de viajar por Europa que Antonio tanto quería. Ese cojín de «El mejor rayista» conocerá aquellos estadios en los que Antonio, auricular y transistor encima, hubiese vibrado con el juego de los pupilos de su amigo Íñigo Pérez. Será tal su aventura, que ambas pasarán por la sala VIP del aeropuerto. El común de los mortales aprovecharía dicha estancia para ponerse fino a comer y beber, pero conociendo a Lola, capaz es de haberse llevado algunas bolsas de magdalenas para ir repartiendo a todo el personal que pueda ayudarlas en la ida y en la vuelta.

A las 14 horas han quedado los rayistas para hacer una previa inolvidable y un corteo que será espectacular.

¿Serán capaces estos 400 rayistas de silenciar un estadio con capacidad para cerca de 20.000 espectadores? No tengo ningún género de dudas de que hoy, Gotemburgo va a pasar a ser el décimo barrio de Vallecas y tanto la previa, como el corteo y el partido van a ser una auténtica fiesta del rayismo hasta allí desplazado.