12 asaltos

21/10/2019
12 asaltos

Sexto puesto y 10 puntos suman nuestras guerreras tras seis jornadas.

Si alguien hubiese asegurado a mediados de agosto que el Rayo Femenino iba a sumar 10 puntos en la jornada seis, mucha gente le tildaría de loco o de optimista nato. Pues bien, a 20 de octubre eso es lo que indica la clasificación de la Primera Iberdrola.

No es la primera vez que este equipo rompe los pronósticos ni, posiblemente, será la última vez y nos ha mal acostumbrado a no vender la piel del oso antes de haberla cazado.

Ayer vivimos un ejemplo de fe, coraje o, como dice mi compañera Natalia, de orgullo. Analizando en frío el partido, el guión del mismo me ha recordado mucho a un combate de boxeo en el que ambos púgiles aprovechan los primeros asaltos para, simplemente, tantearse, tomar la medida correcta dentro del cuadrilátero y, si el rival lo permite, intentar castigarle con algún golpe de forma esporádica. Hasta aquí es lo que vimos en el partido en la primera media hora, dos equipos con mucho respeto mutuo que intentaban hacerse con las riendas del partido sin generar demasiadas ocasiones de peligro.

El Valencia sin haber castigado en exceso al Rayo, consiguió que su rival besara la lona hasta en dos ocasiones en dos asaltos consecutivos, algo que haría que cualquier púgil tuviese en su cabeza arrojar la toalla si llegaba otro gancho que impactara en su mandíbula. Pero este Rayo es de otra pasta, quizás el hecho de ser un peso mosca compitiendo con pesos pesados y semipesados en lo que a presupuesto se refiere, haga que sea una mosca cojonera que no se rinda pese a la adversidad.

Lejos de tirar la toalla, el Rayo se levantó y se lanzó sin miedo a un cuerpo a cuerpo con un rival crecido al que fue haciendo cada vez más pequeñito, hasta el punto de llegar a los asaltos finales castigándole, una y otra vez, hasta el punto de noquearle en dos ocasiones igualando la contienda.

Cualquier otro púgil daría por bueno este empate técnico a los puntos y esperaría que los colegiados dieran el combate nulo al término de los doce asaltos, pero este Rayo tiene alma y ese intangible que nos ha dado permanencias o victorias increíbles en campos impensables, volvió a surgir al borde del toque de campana final y Oriana al más puro estilo Rocky Balboa asestó un último golpe al Valencia CF que dió con sus huesos en la lona sin aliento para poder levantarse de nuevo.

Tercer combate en Vallecas y segunda victoria consecutiva por KO. Podrían haber sido tres victorias en tres partidos, pero al FC Barcelona le salvó la campana en forma de silbato arbitral con el inexistente penalti concedido casi al final del choque.

Este Rayo no es el púgil que más fuerte pega, ni siquiera el más técnico, pero, posiblemente, sea uno de los que mejor encaja los golpes y aprovecha su momento tal y como sucedió en Buñol frente al Levante. Siempre con la guardia alta con una defensa seria y concentrada, y unos puños que golpean poco pero hacen mucho daño al rival.

La Primera Iberdrola es muy larga y, tal vez, no siempre será así, pero un tercio de la salvación ya se ha logrado y todos aquellos que se atrevían a vaticinar que el Rayo sería la presa fácil del campeonato, que sepan que si quieren ver a este Rayo besar la lona, a los rivales les va a costar sangre, sudor y lágrimas.