El verano de la marmota

01/08/2025
El verano de la marmota

Sin franja en las camisetas, sin refuerzos, sin abonos con precios dignos, un verano más en el Rayo Vallecano.

Cuando alguien habla del día de la marmota se refiere a la sensación de que cada día es una repetición del anterior, como si estuviera atrapado en un ciclo sin fin, donde las actividades diarias, los problemas e incluso las emociones se repiten constantemente, sin que haya cambios significativos o novedades. En el Rayo Vallecano llevamos más de 10 años viviendo nuestro particular día de la marmota y, en particular, el tiempo que va desde que acaba la temporada hasta que arranca la liga en agosto se ha convertido en «el verano de la marmota«.

Quedan exactamente dos semanas para que el Rayo Vallecano juegue su primer partido de liga ante el Girona de Míchel y me gustaría brevemente describir cómo está siendo un verano que debía ser especial, sabiendo que esta temporada jugaremos en Europa. Convertir un verano especial en el verano de la marmota solo está al alcance de unos pocos elegidos, y entre ellos está nuestro particular (des)ilusionista, Raúl Santiago, capaz de hacer añicos la ilusión del rayista más positivo y optimista del mundo. 

Vamos al lío:

Con tres competiciones por delante y los rivales armando equipos lo más competitivos posibles, nosotros vamos (hasta la fecha) con el repescado Gerard Gumbau y Luiz Felipe, al que vamos a poner en forma para que la temporada 2026/27 brille en el Betis. A priori, suena apasionante de cara a pensar que vamos a hacer grandes cosas a nivel deportivo.

¿Queréis abonos? Pues ya los tenéis y a precios realmente competitivos, a la altura de los refuerzos de campanillas que están llegando. Subidas abusivas, enmascaradas en el aumento del coste de la vida y un partido random de fase previa de la Conference League, del que ni siquiera se sabe dónde se va a jugar (podría ser el primer partido del futuro Rayo Castellón). En las condiciones del abono te dejan claro esto y varias cosas más, excepto la garantía de encontrarte un asiento limpio, desbrozado y sin posibles aguas fecales estancadas del ultimo día de lluvias en Madrid. Tampoco te garantizan que de los grifos de los baños salga agua potable y no un liquido del color del Nestea con olor a coliflor recién rehogada. Nadie te asegura tampoco que si el partido es de noche, haya luz en los vomitorios para no romperte la crisma en el intento de salir del campo.

Con los abonos ya en circulación, el siguiente check verde en la desilusión rayista tenía que ser el de las camisetas para la próxima temporada. Páginas de réplicas y chinos de confianza filtrando camisetas fakes durante semanas, desinformación de unos y otros sobre la vuelta de una franja que no va a volver mientras el desilusionista siga siendo el propietario del Rayo Vallecano de Madrid. La franja es un símbolo del rayismo y para poder romper con el pasado y con todo lo que haga sentir apego al rayismo, había que secuestrarla de forma definitiva. Esto no es una moda o una forma de innovar, no, esto va de enterrar ilusiones y poner los huevos encima de la mesa, exactamente como hizo, hace y hará con los abonos. Al final, Umbro es una parte más de este negocio y si el cliente, que es el que paga (o debería hacerlo), quiere una camiseta que no representa a nadie más que al creador e inventor de la misma, pues la marca acata y ejecuta.

Otra de las noticias del verano ha sido el cambio ejecutado en el Rayo Femenino. De buenas a primeras y, de forma bastante fortuita, nos encontramos con el cambio de nombre de la cuenta de X (Twitter) y lo que estoy conlleva. El Rayo Femenino ha dejado de pertenecer al Rayo Vallecano, tal y como lo habíamos conocido hasta la fecha, para pasar a formar parte de la Fundación Rayo Vallecano. Este es otro pasito más en la idea de desnaturalizar un equipo con pasado glorioso y futuro turbio e incierto, uno de los objetivos marcados en rojo dentro de la hoja de ruta del propietario desde hace años. Un equipo al que no sabemos de forma oficial quién lo va a dirigir (la pretemporada empieza el lunes próximo) o si tiene jugadoras en plantilla siquiera. Que el alineador haya salido del equipo nadie lo ha confirmado (le han largado, no se ha ido él. Que no os engañen sus lamebotas blanqueadores), del mismo modo que se sabe que la capitana y defensora a ultranza del descendedor de equipos va a continuar, a pesar de que el club le dijo no contar con ella en un principio. Copiar la táctica de la súplica y el llanto de su amigo el descendedor le ha dado resultado y ha conseguido seguir mancillando el escudo y la camiseta una temporada más.

Pasamos al capítulo de cantera y observamos con pudor, vergüenza y rabia como, una temporada más, los equipos del Rayo Vallecano tendrán que seguir arriesgando su integridad física en los maltrechos campos de «hierba artificial» de la Ciudad Deportiva. El Rayo B ya se encuentra en plena pretemporada en la que debería ser una temporada bonita e ilusionante para el equipo y los que le seguimos desde hace años, pero no es necesario que les explique quién se irá encargando sistemáticamente que se vaya tornando en padecimiento y hastío. Habrá que ver cómo cumple el Rayo B las condiciones que la RFEF exige cumplir en cuanto a terrenos de juego, de cara a disputar el filial sus partidos. Si alguien piensa que el equipo podrá disputar sus partidos en el campo 5 de la Ciudad Deportiva, poco o nada conoce como son las cosas en este club y qué tipo de cosas son absolutamente ciencia ficción. Me encantaría que está temporada se mirase mucho más por los equipos de cantera y sus integrantes, dejando un poco al margen el business. Mucho me temo que esto será misión imposible y seguiremos asistiendo a multitud de momentos y circunstancias que darán mucho que hablar (para mal).

Seguro que me dejo algo en el tintero de este nuestro particular verano de la marmota rayista, pero ya habrá tiempo de aquí al 31 de agosto para seguir contando está historia de desilusión rayirroja (que no franjirroja).