Bendita locura

29/05/2024
Bendita locura

¡De verdad que yo lo he intentado explicar pero la gente no lo entiende!

Cuando en tus prioridades una victoria es lo de menos cuando vas a ver a tu equipo, hay dos opciones: O no te gusta el fútbol, o esa franja está más dentro de tí de lo que crees.

No son solo los nervios cogiendo el metro para ir al estadio, o los nervios al volver a casa.

No son las previas con amigos, familia o gente de paso en el mercado, en ccvk, o en el Moreno.

No es una pancarta de apoyo en el fondo.

No es que me enamorara cuando lo vi paseando por Europa.

No es que los lunes gane o pierda sea lo más relevante en «mis noticias».

No es un remate de cabeza de Larrivey, una volea de Piti, un arranque de Glaucio, una parada de Keller o un regate de Trejo.

No es una falta de Bebé en Sevilla ni un ascenso en Girona.

No es que mi hija cante camino hacia el colegio eso de que «siempre estaremos en las buenas y en las malas», practicando para el día de partido con su previa entre ella y yo.

No es mi hija abrazada a mí sonriendo por un gol mientras levanta la bufanda al viento.

No es todo eso, seguro, pero no concibo mi vida sin este sentimiento de pertenencia, que va más allá del resultado y de los trofeos.

Estoy loco seguro, pero al menos la gente sabe que soy el loco del Rayo.

Texto: Abel Rodríguez