Rayo B y Juvenil A ganan fuera de casa

18/10/2023
Rayo B y Juvenil A ganan fuera de casa

Tanto Rayo B como el Juvenil A han empezado la liga como dos auténticos tiros

Rayo Vallecano B y Juvenil A lograron dos grandes triunfos a domicilio y ambos equipos siguen ocupando posiciones de privilegio en la clasificación.

Con aspecto de profesor de latín de cualquier instituto público de Vallecas, con un talante dialogante, un tono de voz suave y una sonrisa instalada permanentemente en su rostro, Jorge Vallejo está logrando volver a ilusionar a aquellos seguidores incondicionales del filial de la Franja, entre los que nos contamos. Con una pretemporada que podría invitar a las dudas razonables y una plantilla que se iba confeccionando a fuego excesivamente lento, con jugadores a prueba y posibles fichajes que se caían en el momento que les ofrecías cromos de Pokémon y billetes del Monopoly a la hora de negociar sus sueldos.

Tras seis jornadas, vemos que los nuevos se han acoplado perfectamente al equipo, tanto dentro como fuera del terreno de juego (no hay más que ver las redes sociales de los futbolistas), gente como Jaime, Asier o Iván Ramos han dado ese paso adelante que se esperaba de ellos como «veteranos» (con su edad suena a chiste llamarlos así) del equipo y los enanos que suben del Juvenil A se han empeñado en tirar abajo la puerta del filial y están ganando mucho protagonismo en este equipo.

Aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero sí podemos afirmar que, en apenas un mes y medio de competición, hemos disfrutado y gozado de un fútbol que no vimos en las 30 fechas de la temporada pasada.

En cuanto al Juvenil A, el equipo supo sobreponerse del mazazo sufrido en casa ante el CD Leganés y volvió a la senda de los tres puntos en casa de uno de esos rivales incómodos de jugar cuando lo hacen de local. El equipo cuenta con bajas muy importantes y en diferentes posiciones del campo, lo cual hace que cada once inicial e incluso cada convocatoria, sea un pequeño puzzle de 10000000 piezas para Toni Paredes y su cuerpo técnico. La de Santi Asensio es una de esas bajas de las que hablamos, siendo el extremo uno de los futbolistas con más influencia en el fútbol ofensivo del equipo. Para suplirle, el míster le ha dado la confianza a Iván Alonso, habitual lateral derecho del Juvenil B, al que Toni ve más como un extremo y el bueno de Iván le está devolviendo la confianza con buen fútbol y goles. Con la recuperación de Asensio, se le plantea un (bendito) problema al míster. Todo esto demuestra que el equipo podrá ganar, empatar o perder, pero que siempre lo va a hacer fiel a su idea y estilo de juego, tal y como pudimos comprobar ante el CD Leganés, con un equipo que quería jugar al fútbol, ser profundo con extremos, tener el control del juego en mediocampo y otro equipo con un fútbol más arcaico y propio de los equipos vascos de finales de los años 80.

Al igual que al Rayo B, al equipo pedirle o exigirle objetivos a estas alturas de temporada es una absoluta tontería y hacerlo demostraría no conocer la realidad del equipo y de la cantera en líneas generales. A este equipo hay que darle dos cosas: cariño cuando se gane y más cariño todavía cuando las cosas vengan mal dadas y los resultados no acompañen (ojalá no llegue a darse el caso). Se lo debemos al cuerpo técnico, se lo debemos a los chicos, pero sobre todo se lo debemos a nuestro querido Juanpe. Por su eterna lucha con nuestra cantera seguiremos cada semana partiéndonos el lomo para que nuestros equipos sientan ese cariño que desde el propio club les niegan, siendo prácticamente invisibles para los que mandan. Se da la paradoja que, el interés y el caso que se les hace a nuestros equipos de cantera, está siendo inversamente proporcional al número de personas que ahora dicen dirigir o trabajar al frente de la cantera rayista.

Por suerte o por desgracia, en esto de los halagos o palmaditas en el hombro cuando las cosas pintan bien y las hostias detrás de las orejas cuando no todo es color de rosa, gente como Toni Paredes o Jorge Rubio (por citar a los entrenadores más veteranos de la casa) tienen ya callo y saben gestionarlo, aunque no siempre sea fácil.