El Rayo B fue de más a menos hasta acabar goleado en su visita al Getafe B (3-0), completando su tercer partido seguido sin ver puerta.
Al principio puede ser duro, pero si se deja al sol, acabará por deshacerse hasta licuarse y desaparecer. Como un cubito de hielo, el Rayo B se fue desvaneciendo según avanzaba su partido ante el Getafe B, el cual acabó con una contundente derrota.
El mes de noviembre futbolístico se abría con una soleada mañana en la Ciudad Deportiva Fernando Santos de la Parra, con una temperatura ideal para hacer deporte. Al un tanto seco pero en general decente césped artificial del campo 1 saltaba el Rayo B de Jorge Vallejo después de 2 partidos seguidos como local en cancha prestada en los que no había sido capaz de hacer ni un solo gol. Enfrente tenía a un Getafe CF B de Manu Del Moral en estado exultante, que encadenaba 2 victorias consecutivas y 6 partidos sin perder que le habían aupado al liderato del Grupo 5 de Tercera Federación.
Después de que bien pronto el filial azulón hubiese metido un balón que cruzó el área chica visitante sin encontrar rematador, el cuadro rayista fue el que llevó el control del juego durante el primer cuarto de partido. Los jugadores franjirrojos movían el balón con calma y seguridad, tratando de generar huecos a base de toques. Sin embargo, la bien pertrechada defensa local, que no se arriesgaba con la presión arriba y mantenía un sólido bloque bajo en su zona de tres cuartos, mantenía a los vallecanos lejos del área, lo cual se sumaba a la conocida falta de dinamita arriba que permitiese a los vallecanos hacer rupturas en la última línea, provocando que el dominio del balón del Rayo B fuese completamente estéril, sin generar peligro sobre el marco del meta Ferrer. Solo sendos libres directos, uno que Iván Íñigo mandó por encima del larguero y otro que Becerra ejecutó colocado pero flojo y que fue repelido por la estirada del portero, fueron lo más cercano a ocasiones dignas de mención del conjunto visitante.
Superado el ecuador del primer tiempo llegaría el primer zarpazo al marcador a consecuencia de un tiro en el pie del filial de la Franja. Poco a poco se animaba a atacar el Geta B, y en un balón en el área que parecía que Marco Román podía cortar y despejar, vio como llegaba a robarle la cartera el local Mestanza, y en vez de al balón, impactó en el tobillo del rival. El gallego Jesús López Fernández no dudó un instante en cobrar el penalti. Se dispuso a ejecutarlo el capitán Rubi, y lo hizo con un sutil pase raso a la red, a la derecha de un Juanpe que se lanzó al lado contrario. Un despiste propio volvía a provocar verse por detrás en el marcador al Rayo B en un partido que, aunque no estaba generando peligro, tenía dominado. Ese tanto encajado haría que el dominio visitante empezaba a derretirse como un cubito de hielo.
Para añadir más sal a la herida del 1-0, apenas se pasó la media hora de juego se terminó el partido para Iván Alonso, que se estaba quejando de un golpe sufrido con anterioridad en la pierna y debía dejar su lugar en el campo a Baladía. Entretanto, el espoleo del gol anotado hacía que el Getafe B se viniera cada vez más y más arriba, amenazando con llegadas que en buena medida acababan en disparo, mientras el Rayo B se mantenía como podía, igual que un púgil contra las acuerdas, manteniendo a duras penas y esperando con ansias que sonara la campana que marcaba el descanso. El segundo tanto local fue postergado por Juanpe en una doble intervención poco menos que milagrosa, sin embargo, nada pudo hacer cuando, a consecuencia de una falta de Iván Íñigo en una pelota dividida en zona de tres cuartos cuando se mostraba el cartel con 2 minutos de descuento, Riquelme transformara el libre directo en un misil tierra aire teledirigido a la escuadra izquierda del meta franjirrojo. Golazo de falta de Adrián Riquelme, no de Juan Román, aunque más de uno le vio similitudes. En el marcador, 2-0 y la sensación para el Rayo B de sentirse como un cubito de hielo dejado al sol de esa mañana, al principio duro pero deshaciéndose poco a poco. Mucho deberían cambiar las cosas para sacar algo de la visita a las instalaciones azulonas.
Al minuto de la reanudación tuvo Juanchi la mejor ocasión visitante, y prácticamente la única de auténtico peligro. Recibió el capitán rayista un pase raso desde línea de fondo de Baladía, en una posición idónea para finalizar. La buena intervención del meta Ferrer le negó el gol al 7, que como todo su equipo, se encontraba, valga la redundancia, negado de cara a puerta. Esta oportunidad fue un espejismo. Con el marcador muy favorable, el Getafe B manejaba a su antojo el partido, sin tener necesariamente la posesión del encuentro. Así la ansiedad rayista se convertía poco a poco en desesperación y en algún caso en desquicie. Es el ejemplo de lo que pasó con De Las Sias, que en un minuto vio la amarilla y le perdonaron la segunda por encararse sin ninguna necesidad con rivales, algo que no es nuevo en el buen lateral que disputó con el primer equipo el partido completo de Copa del Rey en Yuncos, pero si duda algo en lo que tendrá que trabajar.
Intentando cambiar la dinámica y sacar algo positivo, Jorge Vallejo movía el banquillo y el dibujo táctico del equipo, llegando en un momento a tener 2 puntas en el campo con las incorporaciones de Yahya, Pablo Sánchez y Baldobar, pero de poco servía acumular más jugadores arriba si no les podía llegar el balón desde abajo. La presión azulona cercenaba la gran mayoría de los intentos vallecanos de salir con el balón jugado más allá de medio campo, y ya a la desesperada en el tramo final era cualquiera el que intentaba romper el cerco con más intención que acierto. Y cuando se perdía tanta pelota por ahí, la consecuencia final acabaría por llegar. Así pasó en el minuto 81, cuando una conducción en medio campo del central Lozano acabó en pérdida que agarró al equipo descolocado, circunstancia que permitió meter el balón en la profundidad para que el delantero local Buba quedase mano a mano con Juanpe, a quien batió de disparo raso para redondear el marcador. 3-0, contundente y claro, muestra de la superioridad y eficacia de un Getafe B conocedor y líder de la categoría sobre un Rayo B recién ascendido y cada vez más claro que tiene lo justo, lo muy justo, para pelear por mantenerse.
Lo que quedaban eran minutos de la basura. Al llegar el pitido final, se culminó el calvario de un Rayo B que fue un cubito de hielo al sol en el duelo de filiales que inició sólido y acabó completamente derretido. Preocupante la racha que vive el Filial de la Franja, que acumula 3 partidos no ya sin ganar, sino sin hacer un gol, lo cual mete ya a los de Jorge Vallejo en zona de descenso, ocupando la 14ª posición, la más alta de los que bajan directos a Tercera Federación, con 10 puntos, empatando con el Navalcarnero, que ocupa el puesto del play-out de permanencia, y a 1 de la salvación segura que marcan Real Madrid C y Fuenlabrada. Eso sí, recordando que el cuadro rayista tiene un partido pendiente el miércoles 12 en el Estadio de Vallecas ante el Alcalá. Antes tocará tratar de sacudirse el polvo en un nuevo encuentro como «local» en el Virgen de la Torre, en un duelo de necesitados frente al colista del Grupo 5, el CD Quintanar del Rey.
Texto e imagen de Jorge Morales García.





