Poco que contar

Poco que contar

Rayo B y Conquense empataron sin goles en un partido con poca historia, en el que el filial rayista quiso más pero se vio incapaz de hacer algo.

Cuando su Dépor se le escapó la liga del 95 con el famoso penalti de Djukic, Arsenio Iglesias declaró sobre el partido que tenía «mucho que decir, poco que contar». En ocasiones hay encuentros en los que se dan ambas premisas, pero este es uno en el que se cumple sólo la segunda. Rayo B y Conquense se repartieron los puntos después de 90 minutos en los que, en efecto, hubo poco que contar.

El sol que caía apaciguaba la fresca tarde que acompañaba el domingo futbolero en el Virgen de la Torre, feudo del Vallecas CF que servía de casa circunstancial para equipos de la cantera franjirroja por segunda semana consecutiva. Sobre el tapete artificial se presentaba el Rayo B de Jorge Vallejo en busca de redención tras sufrir una semana antes una derrota por la mínima a manos del CDC Moscardó en ese mismo campo. Enfrente tendría a la UB Conquense de Roberto Gutiérrez, que tras sendas derrotas en las dos primeras jornadas de liga, llegaba a Vallecas acumulando 5 partidos sin perder, de los cuales 3 (incluyendo los 2 últimos) habían sido empates. En resumen, dos equipos que llegaban empatados en la tabla y necesitaban la victoria para alejarse de la zona caliente, pero finalmente fue el uno por el otro y la casa sin barrer.

Desde el principio el partido tuvo un guion muy marcado en el que el director de la película, de haberlo, no daba ningún lugar a la improvisación. El Filial de la Franja quería llevar la batuta de la contienda, controlando el balón y moviéndolo sin correr grandes riesgos, tratando de buscar huecos por mínimos que fueran. Enfrente, el cuadro manchego tenía clara su consigna: no salir de Vallecas derrotado. Así pues, los visitantes se pertrecharon atrás, formando un muro bien compacto, haciendo la justa y necesaria presión arriba que solemos ver en otros rivales buscando provocar algún error en la salida de atrás franjirroja. Así pues, el primer tiempo transcurrió con una suerte de mediocampismo estéril devenido en cerocerismo hastiante. Las ocasiones fueron pocas, repartidas y no muy claras. En el Rayo B, lo más destacado de cara al gol fueron dos disparos de Iván Íñigo desde la frontal que se marcharon por arriba. Por no haber, no hubo ni descuento. Tomaba camino de la cafetería un público que andaba más pendiente de otro partido que se estaba jugando a la vez en el Paseo de la Castellana, esperando que en la segunda parte vallecanos y manchegos tuviesen algo más de fútbol que contar, lo cual no sería difícil.

Para desazón del respetable, el segundo tiempo se desarrolló de forma muy similar al primero. Una ligera diferencia: si antes del descanso las pocas ocasiones habían sido parejas entre ambos equipos, en el segundo periodo el único equipo que hacía por atacar era el Rayo B. Y digo decía porque no terminaba de llegar con claridad. Se movía el balón, sí, pero no con la viveza que el partido exigía para romper el perfecto cerrojo puesto por el Conquense, que dio un máster de como anular al rival sin recurrir al juego duro. Pues sí, por no haber, no hubo ni polémicas ni acciones temerarias. Lo más cercano a tener debate fue un intento de internada al área de Sergio Alonso que cortó el zaguero visitante David López con un forcejeo continuado que arrancó fuera del área y acabó dentro con una exagerada caída del ariete rayista, lo cual llevó al colegiado palentino Luis Fernando Alonso a no sancionar la acción. Minutos después, ambos protagonistas repetirían en un agarrón claro del defensor al borde del área que resultó en amarilla porque había alguna otra camiseta negra cerca de la acción.

Inmediatamente después del referido agarrón, Jorge Vallejo retiró al propio Sergio Alonso y a Iván Íñigo, los únicos que hasta el momento habían hecho por romper la sólida muralla defensiva conquense, para que entraran Baldobar y Baladía a dar aire al ataque en los 10 minutos que restaban. Sin embargo, lo que se dio en ese tiempo y en los 3 de rigor que se añadieron fue más de lo mismo. Lo positivo es que la presencia visitante en el área de Juanpe fue testimonial, llegando muy a cuentagotas y sin generar ningún peligro. Se lograría una portería propia a 0 que siempre asegura puntuar, sin embargo, al confirmarse con el pitido inicial que se mantenía el marcador inicial, también se firmaba un segundo partido consecutivo, ambos en condición de local aun exiliados al otro lado de la Avenida del Ensanche de Vallecas, en el que el casillero propio no se movió, agudizando una preocupante falta de gol en el equipo.

No es que hubiera mucho que decir, pero sí hubo poco que contar. Gafas entre Rayo B y Conquense en un partido en el que pasó entre poco y nada, en el que los franjirrojos intentaron algo, pero nunca estuvieron cerca de conseguirlo. Ambos conjuntos acaban la jornada, tras el reparto de puntos, sumando 10 en la tabla, empatando con Navalcarnero y Las Palmas Atlético, y por el peor golaveraje general, los de Jorge Vallejo son los que salen peor parados, ocupando la 13ª posición que aboca a final de temporada a jugarse la permanencia en una eliminatoria a doble partido, sacando ahora 2 puntos al descenso directo y quedando a 3 del play-off de ascenso. Le sigue costando al Rayo B sumar con los conjuntos de mitad baja de la tabla, mientras que con los de la zona noble han llegado las victorias. Y no hay puesto más noble que el de líder, que ocupa en solitario el próximo rival del filial rayista, el Getafe B, al que tocará visitar en la mañana del próximo domingo.

Texto de Jorge Morales García. Imagen de Luis Miguel Arroyo Vinagre.